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SESION CON EL MAESTRO ECKHART, VIERNES 20 ABRIL

EL MAESTRO ECKHART,

MAESTRO DE LA REALIZACIÓN HUMANA PLENA.

UNA PROPUESTA ESPIRITUAL LAICA, ACTUAL Y UNIVERSAL. 

En nuestro camino de explorar y transitar los territorios que trascienden el nivel racional e individual del ego y que pueden ser calificados como de “Dimensión Absoluta” , “Transpersonales”, “Espirituales”; no carecemos de pautas al respecto, sino que podemos apelar a los grandes místicos del pasado. Ellos vivieron en el pasado, pero no sólo representaban la avanzadilla de su tiempo, sino también del nuestro, incluso podríamos considerarlos como representativos de nuestro futuro.

Por ello, la esiritualidad mística no es tanto un recuerdo nostálgico del pasado, como un vislumbre del futuro.

 

Meister Eckhart representa el misticismo no-dual, que no diferencia entre Dios o la Divinidad y el mundo; también es evidente en tradiciones orientales como el hinduismo o el Zen.

Filósofo y místico alemán, nacido en Hochheim, cerca de Gotha, en Turingia (actual Alemania), alrededor de 1260. Perteneció a la orden de los dominicos (a la que ingresó sobre los 15 años), estudió probablemente con Alberto Magno, en Colonia, y enseñó en París. A mediados de sus treinta años Eckhart fue nombrado vicario de Turingia; antes y después de esta asignación era profesor de teología en el priorato de Saint- Jacques en París. En esa misma ciudad fue donde recibió una maestría (1302) y de ahí su sobrenombre de Meister.

Filósofos de la universalmente destacada Escuela Filosófica  de Kioto,  de la talla de Ueda, Nishida, Watanabe, y, sobre todo Nishitani Keiji, pertenecientes a la brillante generación llamada Filósofos de la Nada, que tanto admiró Heidegger, y todos ellos practicantes de Zen, consideran tanto en sus destacados ensayos, como en sus lecciones y conferencias, la alta estima y consideración que profesan por el Maestro Eckhart en tanto que precursor del Zen occidental.

Hasta hace pocas décadas, hablar entre nosotros del Maestro Eckhart equivalía a asociarlo con la herejía. Fue, sin embargo,  de la mano –mejor decir de la pluma- de Erich Fromm, como algunos pudimos apreciar el indiscutible valor revolucionario de este sabio de referencia universal que hoy “traemos” a Hipar Haizea.

Rafa Redondo y Agate Naberán hemos tomado el trabajo de  seleccionar parte de los textos de los Tratados y Sermones del Maestro con la finalidad de hacer de ellos, y con ellos, una buena razón para “hacer Za-Zen” práctico bajo la tutela de este maestro extraordinario.
Se alternarán sentada, lectura de texto y comentario. De ese modo, la sangha  IparHaizea de Bilbao trata de ser coherente con su objetivo de difundir la práctica del Zen Occidental.

¡Os esperamos!

Fecha y hora
Viernes  20 de Abril, de 18:30h. a 21.00h.

Es de suma importancia la puntualidad, por lo que te agradeceremos que acudas a las 18:15h para poder empezar a las 18:30h.

Lugar

Zendo Iparhaizea

Edificio Albéniz, C/ Gordóniz 44, Piso 8º, Departamento 5, 48002 Bilbao.

La puerta de acceso al edificio esta en la entrada del barrio de Rekalde, al terminar el puente, bajando las escaleras. Ver mapa.
Acceso en transporte público:

  • Tren (Renfe Cercanías): Estación de Amézola
  • Autobus (Bilbobus): Líneas 27, 72 y 77
  • Metro Bilbao: Estación de Indautxu, salida C / Doctor Areilza (unos 15 minutos andando)

Donativo para la promoción de la meditación:

  • Para las personas que participan en la sangha según la Opción 1, no es necesario el donativo.
  • 5 € las personas que participan en la sangha según la Opción 2.
  • Las personas que no puedan asumir este donativo, también pueden venir a meditar y aportar lo que esté en sus posibilidades.

Inscripción

Plazas limitadas.

Para inscribirte:

Envíanos un correo electrónico con el asunto “Maestro Eckhart”, indicando tu nombre, apellidos y un teléfono de contacto a iparhaizea1@gmail.com, comunicándonos tu intención de apuntarte.

El donativo se abonará el mismo día en la sesión.

Es muy importante  ser conscientes de que al apuntarnos llenamos una plaza, y que de completarse el aforo alguien se quedará fuera. Por eso, te invitamos a actuar con responsabilidad y avisar si, al final, por cualquier motivo, no vas a acudir. Esto le abrirá la posibilidad de apuntarse a otra persona. Muchas gracias.

¡Un abrazo¡¡

 

Que no decaiga

Conozco a muchas – no es mi afán el generalizar- personas con vastos conocimientos teóricos sobre la meditación; personas con medios económicos que viajan de un extremo a otro del planeta haciendo turismo espiritual, tras maestros y gurús; personas adictas a interminables programas de cursos, cursillos, talleres y desaforados Foros de Espiritualidad, que pasan y pasan décadas pasando ellas por la meditación sin permitir que la meditación pase por ellas.

El caso es que la práctica seria de sentarse en silencio como de cualquier otro camino meditativo riguroso, produce cambios, y el cambio produce crisis. Y ahí está el problema, porque esta sociedad narcisista huye y rehúye toda clase de cambios, le horrorizan las crisis personales y grupales que el mundo requiere para liberarse TOTALMENTE de sus cadenas; pero tan sólo persiguen cierto alivio paliativo para la angustia que provoca el camuflaje de su desvivir…Y de ese modo continúan adaptadas a la neurosis colectiva que domestican las conciencias y con la que mansamente estos turistas colaboran.

En mi larga experiencia de maestro -término que me sobra y me cae largo-, puedo afirmar con rigor que son contadas las personas que se han decidido a des-prenderse de los patrones viejos y pasan superficialmente por la práctica del ejercicio revolucionario del Zen y otras vías parecidas…y así siguen encadenadas en sus propias mazmorras.

Quiero animaros a cambiar, a atravesar obstáculos, a perseverar. A VIVIR CON EL CORAJE DE VIVIR. con el coraje de amar. Hasta que duela.

RAFA

Acceder a la totalidad

Acceder a la Totalidad supone aproximarse al límite de la visión ordinaria, o mejor aún: saber estar solo –que no aislado- para traspasar la cotidiana ceguera rutinaria. También para acceder a Globalidad allende el tiempo No podremos percibir lo realmente nuevo de no reconstruirlo recreándolo mediante una visión que es re-visión. El poeta lo hará con el fuego de su sentir en las palabras, el pintor mediante la antorcha de su imaginación, el místico haciéndose silenciosamente vacío…

Y el esplendor de la nueva conciencia, guarecida hasta ahora en la honda noche, incendiará nuestro mundo alumbrando otro más nuevo.

Arrancar del silencio la verdadera palabra que indaga en lo indecible; eso persigue, ve, vive y transfiere el artista de la vida cuando en su conciencia desnuda florece una visión nueva. Y el arte de vivir se activa como creatividad y Epifanía .

El auténtico lenguaje no es el utensilio memo con que diariamente se relacionan los mediocres, sino el receptáculo vacío que pretende ESO sin nombre, que, sin alcanzarlo, intuimos desde poco después de haber nacido, y que Heidegger bautizó como el hogar del ser; guarida donde el suelo es techo y al revés. Morada ajena al orden de los puntos cardinales, vivienda sin tabiques de la que el artista verdadero es su custodio.

Persecución de lo inefable, búsqueda de lo imposible. Porque esa utopía sólo lo es en la conciencia vieja. Y el místico la traspasa. La poesía verdadera es un intento de presión a Dios para que hable. Utopía del poeta verdadero que sabe que su expresión jamás podrá alcanzar la totalidad, ya que el destino de su verbo es lo inalcanzable. Su «intuitio», o conocimiento directo, despunta en la orilla anterior a la palabra, en el aliento del que aflora, y su aguda visión parte de una pre-visión innominable que vuela a la otra ribera de la visión; de ahí que su palabra alada sea frecuentemente un mensaje aparentemente perdido que solo él comprende. Sin embargo, en semejante salto al vacío, el artista se sustenta en una porfiada confianza que es la pasión por la verdad que florece en el instante eterno del presente. Todo ello es la fe del místico, que duda de la duda. Hablo de un proceso creativo, no exento de sufrimiento, que le hace a la vez cumbre y origen, abismo y cielo, donde el presente es Presencia en la honda Ausencia. Trascender la lengua, trocándola en lenguaje trascendido es parte de su oficio. Aproximación a la frontera de lo inenarrable.

Con toda probabilidad, ya digo, el poeta auténtico jamás alcance con su verbo lo inefable; mas, de su pasión por la verdad, lo inefable aflorará en su decir cuando él mismo poeta ya sea sólo gesto y carne transparentes al Ser que en él se trasluce y se clarea.

Y aquí, podemos decir con gran certeza que todo extravío es la excusa de una gran descubrimiento.

Pero, aun bebiendo de las fuentes de esa Nada, el artista de la vida, está en condiciones de confiar en su posibilidad de desmentir la propia nada. Antes de que Abraham existirse yo ya era. Antes del Big-Bang yo ya estaba allí. Y el místico lo sabe, pues es el esplendor de la Nada el pan que le nutre.

Como almas des-nudas de sus nudos, sin huecos en la arena que testifiquen nuestras huellas; hasta que las olas las disipen, tan sólo una caracola enrocada haga quizá de humilde y pétreo testimonio de cuanto he dicho, aunque ni el aire lo delate, ni nadie se dé cuenta. Y de ese modo, limpia uno las puertas de la percepción habitual, y aflora lo real tal como es: infinito. Se trata de limpiar-se. El artista comienza desde la página en blanco que a él mismo blanquea. Y desde ella se abre a la creación, porque ella, la Realidad no deja de crear. Y de asombrar. Es más: ella es la misma creación. El artista vive en ese límite, que sólo en su ancianidad se intensifica, hasta pagarlo (es un decir) con la vida que se apaga. Pero ocurre que él ya se había ejercitado antes en la aventura de morir antes de morir, que es un arte mayor. De ahí que nunca muera.

Veo una piedra solitaria que las mareas arrastraron a la orilla. Permanezco hasta atisbar su in-resistencia. Como almas des-nudas de sus nudos, sin huecos en la arena que testifiquen sus huellas y las nuestras; hasta que las olas las disipen. Tan sólo una caracola enrocada haga quizá de humilde y pétreo testimonio de l que es la transparencia de sólo ser, aunque ni el aire lo delate, ni nadie se dé cuenta. Y de ese modo, se limpian las puertas de la percepción habitual, y aflora lo real tal como es: infinito. Se trata de limpiar-se. El artista comienza desde mucho antes de tomar la página en blanco. Y desde ella se abre a la creación, porque ella, la Realidad, no deja de crear. Y de asombrar. El artista vive en ese límite, que sólo en su ancianidad se intensifica.

RAFAEL REDONDO