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Que no decaiga

Conozco a muchas – no es mi afán el generalizar- personas con vastos conocimientos teóricos sobre la meditación; personas con medios económicos que viajan de un extremo a otro del planeta haciendo turismo espiritual, tras maestros y gurús; personas adictas a interminables programas de cursos, cursillos, talleres y desaforados Foros de Espiritualidad, que pasan y pasan décadas pasando ellas por la meditación sin permitir que la meditación pase por ellas.

El caso es que la práctica seria de sentarse en silencio como de cualquier otro camino meditativo riguroso, produce cambios, y el cambio produce crisis. Y ahí está el problema, porque esta sociedad narcisista huye y rehúye toda clase de cambios, le horrorizan las crisis personales y grupales que el mundo requiere para liberarse TOTALMENTE de sus cadenas; pero tan sólo persiguen cierto alivio paliativo para la angustia que provoca el camuflaje de su desvivir…Y de ese modo continúan adaptadas a la neurosis colectiva que domestican las conciencias y con la que mansamente estos turistas colaboran.

En mi larga experiencia de maestro -término que me sobra y me cae largo-, puedo afirmar con rigor que son contadas las personas que se han decidido a des-prenderse de los patrones viejos y pasan superficialmente por la práctica del ejercicio revolucionario del Zen y otras vías parecidas…y así siguen encadenadas en sus propias mazmorras.

Quiero animaros a cambiar, a atravesar obstáculos, a perseverar. A VIVIR CON EL CORAJE DE VIVIR. con el coraje de amar. Hasta que duela.

RAFA

Sin dejar apenas huella

La mente que busca el Buda es la mente que reconoce la impermanencia del mundo. Cuando uno reconoce la naturaleza efímera del mundo, no pueden surgir ni la mente centrada en sí misma ni la que persigue la gloria y las riquezas… Si no existe un yo, nada hay a lo que aferrarse.

Dogen

Para este gran maestro japonés, olvidarse de sí mismo es la clave para despertar al Ser.

¿Cómo –se pregunta Karl Dürckheim- se manifiesta el Ser? ¿Bajo qué forma –insiste- se expresa? ¿Qué criterios se pueden seguir que nos garanticen que aquello que consideramos expresiones del Ser no son pura ilusión?

Transcribo su respuesta: un criterio seguro es el hecho de que nuestro Ser exige de nosotros el aceptar la vida total, según se presente, con su dolor y su sufrir, y que, dejando a un lado nuestras aspiraciones egoístas, no admite reposo ni parada, sino al contrario, exige ir más allá de lo que ya ha sido, así como estar listo para soltar presa, para aceptar la muerte.

Renunciar al yo equivale a soltar las posiciones adquiridas, exige la gran conversión y transformación en lo que realmente somos. La metanoia de un nuevo nacimiento.

Y el Ser no defrauda: abraza al hombre cuando éste tiene el coraje de no dar marcha atrás ante un gran sufrimiento, sino, por el contrario, acepta el dejarse consumir por él, con fe en lo que le espera más allá  de la nada, aunque en esos instantes le asuste (el hecho de que le asuste es justamente lo que le da fe…) Seguir leyendo Sin dejar apenas huella