Practícalo y tú mismo serás la prueba…

-¿Qué prueba científica, me preguntó un destacado psiquiatra, puede probar todo eso que dices?
-Practícalo y tú mismo serás la prueba…

En el ejercicio de la meditación, cada espiración es un soltar, un
abandonarse, un liberarse de las ataduras del yo falso, y cada
inspiración, un reencuentro con el verdadero Ser, con mi verdadera
naturaleza. Mediante la práctica del Za-Zen, la meditación nos aboca
experimentar todo cuanto acabo de decir.

Respirar el Ser
filtrado en la materia…
Sentirlo cómo brota en nuestro pecho.
Respirar el propio aliento,
el que brinda alas
a las cadenas del dolor.
Punto vacío del Dios envolvente
que habita el filo del instante.
Paréntesis del tiempo
en las fronteras del aire,
y surco abierto
en el gran lecho de la Nada.
Ausencia del ego. Presencia del dios.
Poema sin poema, sin rima y sin acento,
que horada con su nada lo innombrable,
donde la historia se adelgaza y se deshace
bastante más allá de las orillas del espacio y del tiempo.

Rafael Redondo

Música: Loreena McKennith – Seeds of Love

 

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