Maestro Amigo

A propósito del encuentro -más bien encontronazo- tuyo, Jesús. con los escribas y fariseos que querían apedrear a la mujer adúltera, mi gran amigo José Antonio Pagola comenta lo siguiente: Cuando no tengas a nadie que te comprenda, y cuando todos te condenen, cuando te sientas perdido, y no sepas a quién acudir, has de saber que Dios es tu amigo, Él está de tu parte. Dios entiende tu debilidad y tu pecado.
Vivir en contacto con tu espíritu, Jesús, no me lleva a dejar a un lado los sentidos, dándoles la espalda. Vivir en tu contacto no equivale a ser enemigo del cuerpo ni a apartarme del mundo como un anacoreta o un monje del desierto. León Felipe, ese gran poeta, decía: nadie fue ayer ni va hoy ni irá mañana hacia Dios por el mismo camino que yo voy; para cada hombre guarda un Rayo nuevo de luz del Sol, un camino Virgen Dios.
Cada camino es sagrado como es sagrado cada caminante. Eso que llamamos “virtud” o “santidad”, no es, como se ha hecho creer, patrimonio de las personas llamadas “consagradas”. El Espíritu sopla donde quiere, donde le da la Real gana; Recae sobre toda carne, infunde en la persona eso que Jünger Moltmann llama “energía erotizante”, pues nos hace vivir de forma gozosa, atractiva y seductora.  Esa experiencia espiritual, añade, dilata el corazón: comenzando entonces a sentir que nuestras expectativas y anhelos más hondos se mezclan con las promesas de Dios; nuestra vida finita y limitada se abre a lo infinito. Entonces descubrimos también que santificar la vida no es moralizarla, sino vivirla desde el Espíritu, es decir, verla y amarla como Dios la ve y la ama: buena digna, bella, y abierta a la felicidad eterna.
Liberémonos de una vez por todas de esa manera triste y raquítica de vivir la fe en ti, Maestro Amigo
estabas con los más desvalidos. Y sin que hiciera falta que te lo pidieran. Lo sé y. lo sé muy bien en mis propias carnes.

 

Rafa Redondo

Música: Secret Garden – Nocturne

 

 

Un pensamiento en “Maestro Amigo”

Deja un comentario