Viento y lluvia en este amanecer de alba plomiza. Hojas en caída libre; cada una en su sitio. «Que lo ilimitado despunte entre los nimbos», parece orar el húmedo cemento, hecho tambor, del vierteaguas.
Dulce, a pesar de todo y nada, el leve canto del silencio.
R.R.
Otra tarde lluviosa.
Una tras otra, y otra y otra, siguen pasando interminables, las nubes;
sin dejar huella,
sin pararse a pensar en su extinción.
De nada huyen, nada persiguen que no sea su propio desfilar.
No necesito hoy más koan que dejarme arraSSSStrar por la gracia
que concede el ser del viento;
hacerme uno con su soplo. Dejarme aventar.
Que, al igual que las nubes, lo mío, y lo tuyo, y lo de todos, es pasar…
Y constatar que todo es gracia.
R.R.
Si Tú, el Así Siempre Presente, no estuvieras activo en cada brote, en cada tallo y en cada hoja, ellos no podrían humedecer sus raíces en invierno ni verdear la flora en primavera. Ni estimular mis sentidos para poder despertar a tu Presencia, la que me anima y fertiliza en este instante.
Lo Sin Nombre, Tú, es lluvia sobre la arboleda, poderoso brío sobre las bellas cataratas, luz sobre los extrarradios oscuros y peligrosos tramos de las ciudades…sin preferencia de lugar…Tu Espíritu salvaje, Fuente de Vida,, irradia donde le place, pasta donde quiere, recae sobre toda carne, vivifica cada insecto, no para de crear,
Tú, Ser de la Vida, eres nube envolvente que riega las conciencias y derrama su ternura inteligente sobre el despuntar de los rocíos.
Por todo ello, Abbá entrañable, me digo ahora mismo orando y escribiendo:
Observar el sonido del silencio, es constatar que no hay nada que alcanzar. Detectar que sólo ese ser silencioso merece el sin-nombre del nombre del Dios que es padre y madre. Comprender que sólo el Ser es y que vivir semejante comprensión es vibrar de los pies a la coronilla, más allá de los límites de la piel….eso es la liberación. Vivir un gran amor..
Tú eres lo Oscuro
y la Claridad de todo ser.
Así te siento
cuando me siento…
R.R.
Música: The very best of Enya -ENYA Greatest Hits