Reunir las palabras

que jamás se dejaron decir,

para recuperar su aliento.

O reunir los trozos de ese aliento

como si fueran

copos de nieve suspendidos

que se resisten a caer

por miedo la extinción.

O esas retenidas lágrimas

que no logran salir del túnel del ego,

-raíz de todo miedo-.

Para regar mejillas, rostros, cuerpos…

Mas cabe recordar

que otro ser aguarda, hambriento,

tus palabras, tus lágrimas,

tus ojos, y tu Aliento…

Rafa Redondo

Excavar los conceptos

como un picapedrero extraño

excava en un oscuro túnel los poemas nunca oídos,

hasta dar con la grieta del aliento que los nutre.

Recordar que la luz suele ausentarse hacia los cielos,

pero también la sombra se ausenta y la persigue en las estrellas.

Allí hacen el amor.

Por eso los poetas verdaderos

utilizan buril en vez de pluma

para horadar el vacío entre dos versos,

pues saben que en el silencio blanco de la nada

se funden para siempre

lo Uno y lo diverso…

Rafa Redondo