Empapado del Ser hasta los tuétano

Empapado del Ser hasta los tuétanos, escribo en el umbral del límite; lugar sin lugar, tiempo más allá del minutero, donde las redes ilusorias de las horas se van desvaneciendo. Testigo de un confín innumerable, donde las letras se disuelven y las palabras, con sus sílabas, se abstienen ante el fuego que habita al ser humano hasta los huesos. Que todo lo tangible y conocido está preñado de misterio; milagro que no requiere convocar lo desconocido: Todo lo vivo es milagroso. El humus del silencio, el aliento de la luz, el tacto de la sombra en altamar, la caricia de los bambúes en la costa…Todo ello reside en nuestro ilimitado interior.
El aliento del Ser inflama el aire, y sirve de batidora de todas las palabras. Las palabras sobran, y es preciso des-bautizar el mundo, des-nominarlo, liberarlo de tildes, de verbos y de palabras hasta que aflore el Origen, para, luego, refundarlas todas en una sola. La Palabra Esencial. La que se nutre del Silencio….
SILENCIO
El universo se celebra a sí mismo
al filtrar su silencio
por las agrietadas espaldas
de las palabras
que nutren el poema.
Como una vacía intimidad,
ajena al sentimiento,
ajena al pensamiento,
ajena a los sentidos,
que aproxima
– más bien, lo precipita-, al ser humano.
Hacia algo extraordinario.
Rafa Redondo

 

Múisca : Philip Glass – Mishima

 

 

 

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