Y tú en mi más profundo adentro

 

Contemplas tus ojos cada día en el espejo. Y dices querer ver ahí tu fondo. No esta mal. Pero también puedes salir de tí y contemplarte en el espejo de los ojos de los desfavorecidos que te piden pan en las aceras de tus calles; quizás, siendo uno con ellos, veas mejor el Fondo que te atrae y que te habita.
Empujada por tu sed de Dios, o de Absoluto, o todo eso, marchas a India, a Brasil, Japón y a no sé dónde. Pero dime, ¿es que era y es necesario tanto trajín, tanto rodeo…?
Rafa Redondo
Puse fuera de mí la tienda de campaña,
y, anhelante de fachadas y apariencias,
por mis afueras te buscaba.
Perdí, muy exhausto, tus huellas.
Desesperé de ver tu rostro.
Hasta que el vendaval de las noches barrió la carpa,
el entoldado, toda la arboladura….
Volví a mí.
Y hallé tu antorcha delante de mi más hosca desnudez.
Y tú en mi más profundo adentro.
Rafa Redondo

 

 

 

 

 

 

 

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