Tú, maternal Padre

 

Suspiro, espiro, inspiro…mis gracias por ser Tú, Abbá.
Tú, Aliento enamorado; Tú, maternal Padre, que, amando, en tus candeales senos me diluyes y contienes; Tú, sangre de mi sangre, que latiendo en tus latidos, me tienes y mantienes. Tú, Vida de mis venas, que en las albas me recibes, y en las noches me sostienes. Tú, Unidad incombustible, que a terrenal carne y a vida eterna sabes; la que, ahora, muy a deshora, ya cansado, y por tu amor estremecido, me inspiras la dicha sin palabras de cantarte este canto agradecido.
Tras el antiguo amor del corazón del Padre Bueno, el que siempre añora
el hijo pródigo cuando retorna tras la aldaba de la casa….
Sus harapos, aunque más dorados que el imperio del hermano envidioso, no cubrirán el frío que al anciano padre obliga a abandonar su puesto de vigía.
Siempre me esperaste, Abba, a, mí, tu hijo, al despuntar el alba. He aprendido tu lección. Por eso, yo también me apresuro a perdonar, ¡que se tornen en carne los corazones de piedra, pues el viento es gélido y el día ha declinado…!
R.R.
Para creer en Jesús no necesito más pruebas que la presencia atemporal de su espíritu en mis entrañas; las provenientes del exterior me interesan pero no me atañen; no pasan de ser interesantes aportaciones históricas pertenecientes al ámbito temporal. Pero interesantes. Por eso las he traído aquí .
Gabon
R.R.
https://www.youtube.com/watch?v=0OPhAQeSwRw

 

Música:  The Lord of the Rings Trilogy

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