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FRENTE A LA CRISIS: cuatro principios y cuatro virtudes, por Leonardo Boff

Hola,

He visto la propuesta de abrir el apartado de meditación y afrontamiento. Me parece muy interesante.

Justo tenía delante un articulo de Leonardo Boff, que me pareció interesante y tenía guardado. Creo que apareció en Deia, el 6 de agosto de 2011. Os lo mando escaneado.

Mi opinión es que el zen, como todo camino espiritual, nos debe llevar a la unificación y a la armonía personal, pero también a una vivencia de la compasión y del amor.

Desde ahí el actuar sale solo.

Creo que hay que ser para concienciar y para dar respuestas, aunque también hay que dar respuestas para ser.

Un abrazo

Belén Trueba

FRENTE A LA CRISIS: cuatro principios y cuatro virtudes, por Leonardo Boff

Goza de plena actualidad esta frase de Einstein: «el pensamiento que ha creado la crisis no puede ser el mismo que va a solucionarla». Es demasiado tarde para hacer sólo reformas, éstas no cambian el pensamiento. Necesitamos partir de otro pensamiento, fundado en principios y valores que puedan sustentar un nuevo ensayo de civilización. O si no, tendremos que aceptar un camino que nos lleva al precipicio. Los dinosaurios ya lo recorrieron.

Mi sentimiento del mundo me dice que hay cuatro principios y cuatro virtudes capaces de garantizar un futuro bueno para la Tierra y la vida. Aquí solamente voy a enunciarlos, sin espacio para profundizar en ellos, cosa que he hecho en varias publicaciones en los últimos años.

El primero es el cuidado. El cuidado es una relación de no agresión y de amor a la Tierra y a cualquier otro ser. El cuidado se opone a la dominación que caracteriza el viejo paradigma. El cuidado regenera las heridas pasadas y evita las futuras. Retarda la fuerza irrefrenable de la entropía y permite que todo pueda vivir y Seguir leyendo FRENTE A LA CRISIS: cuatro principios y cuatro virtudes, por Leonardo Boff

Meditación, el camino de la transformación, por Beatriz Gonzalez

Corren tiempos difíciles, caóticos… todos los sistemas (político, económico, religioso, educacional…) que soportaban nuestra sociedad están comenzando su final. Esto es algo que tenía que llegar, pues lo que el hombre ha creado y diseñado hasta ahora está destinado a fracasar. Y no porque el hombre no sea lo suficientemente competente, sino por el estado de conciencia desde el que todos estos sistemas han sido creados. Comparto lo que el gran maestro Krishnamurti siempre decía: la crisis no es exterior, sino interior. El estado en el que el mundo se encuentra es un fiel reflejo del estado interior de los seres humanos.

A lo largo de millones de años hemos aprendido a caminar erguidos, a fabricar herramientas, a comunicarnos primero con gestos y sonidos guturales y más tarde con palabras y expresiones más complejas… Sabemos sumar, multiplicar, cambiar una bombilla, diseñar y construir un cohete con el que llegar a la Luna… Hemos aprendido tantas cosas… Y en cambio, aún no hemos aprendido el AMOR . Por eso, el mundo está como está. Pero a pesar de todo, no debemos asustarnos. No debemos sentir miedo sino que tenemos que entender que todo es perfecto tal y como es. Porque, si la oscuridad no existiera, ¿cómo sé entonces que la luz es luz? ¿Cómo puedo apreciar, sentir verdaderamente la LUZ si nunca he sentido la OSCURIDAD?

Y cuando llega la oscuridad, cuando llega la crisis, ¿qué debo hacer? ¿Cómo puedo afrontarla?

Cuando me encuentro en una situación de vida en la que no quiero estar porque me hace sentir dolor, ansiedad, desesperación, tristeza…, sentimientos que me han enseñado a clasificar como “negativos” y que rechazo, que me niego a sentirlos, debo recordar que Seguir leyendo Meditación, el camino de la transformación, por Beatriz Gonzalez

Gnosti te auton

Este es un escrito de reflexión. La luz que incidió sobre mi fue la de Jiddu Krishnamurti, que ya a principios del siglo XX, veía con claridad los síntomas de lo que nos sucede ahora, de lo que nos sucede desde siempre. La reflexión de esa luz son estas palabras que os presento. La superficie sobre la que incide esa luz es una participación activa en un movimiento social llamado «Constituyentes«. El escrito es una carta abierta al sudor de este movimiento, a su caminar, a sus dudas y desasosiegos, también a sus esperanzas. Este movimiento tiene su inicio en Sevilla, en diciembre de 2011. Su razón de ser es que el propio pueblo decida como quiere organizarse y cooperar. Se aglutina en torno a la apertura de un proceso constituyente del pueblo para el pueblo, pero cuando te metes en esa harina, te das cuenta de que cuando se abre la puerta a lo nuevo, se descubre todo un mundo detrás, que nos incluye a nosotros como seres humanos, nuestras ilusiones, pero también nuestras dificultades de ser hombres libres.

Podría ser una carta abierta a cualquier otro movimiento social, de los muchos que emergen en nuestros territorios, y debe ser entendida como un análisis desde el corazón, de lo que sucede cuando estás remangado y poniendo tu sangre en la tarea de que salgamos todos del sinsentido y el absurdo, juntos, la única forma posible. Puede haber muchos errores, pero benditos sean si los que los cometen están dejando su alma en el empeño de alumbrar un mundo mejor, de salir del egoísmo.

Son muchas las semillas de un mundo nuevo que surgen en este agitado y ciego mundo nuestro. A veces parece que las malas hierbas van a sofocar tanta inocencia, tantas ganas de que florezca el amor en el corazón de los hombres, pero la vida que brota en esas semillas está más allá de toda resistencia a ese crecimiento. Después de participar activamente en esos movimientos nuevos y vivos, he aprendido algo muy importante para mi: la esperanza es una luz que está en nosotros y que se expande por si misma. Sólo tenemos que dejar que se disipe el humo que nos impide verla. No necesita de más estructuras ni cimientos que nuestro perseverante retorno al corazón.

Carta abierta a Constituyentes

“Gnosti te auton”

«Confiemos en que no será verdad nada de lo que sabemos»

Antonio Machado

Piérdete, piérdete,

y escapa de esta nube negra, de esta nube que te encierra.

Entonces verás tu propia luz, cual radiante luna llena.

Rumi

“Gnosti te auton”, esta leyenda figuraba en la entrada del templo de Apolo en Delfos, «Conócete a ti mismo». Apuntaba, al que iba a consultar el oráculo, que era lo verdaderamente importante.

Últimamente me han surgido dudas, interrogantes, sobre el trabajo que hacemos en constituyentes, así como sobre mi propia participación en este movimiento, y he intentado investigar un poco al respecto, en los Seguir leyendo Gnosti te auton