SUFRIMOS PORQUE, SIENDO TOTALIDAD, NOS VIVIMOS COMO FRAGMENTO

SUFRIMOS PORQUE, SIENDO TOTALIDAD, NOS VIVIMOS COMO FRAGMENTO.
Abro el Correo Español, el periódico -no el único- más militante en el arte de meter miedo; suelo cogerlo para lo único que a mi modo de ver es útil : para enterarme del resultados del frontón o de las regatas de traineras .
Su asfixiante ideología neoliberal -fiel vocera de sus dueños- se ve ahora obligada a reducir un poco, tan sólo un poco, los espacios del miedo para ocuparse del narcótico del fútbol. Como siempre. De todos modos, el apartado más optimista del periódico más leído en El País vasco son las esquelas . Te lo digo. Lo suyo es propagar los malos augurios que van desde la designación de quien es el malo y el bueno para la Otan, los terremotos, los naufragios, los bombardeos, a las crisis energéticas y los pandemias; y todo ello de tal modo que después de leerlo ya hayan conseguido que tu corazón, exprimido, estresado, se quede encogido en un puño, en su puño, claro. Es entonces cuando pido a la camarera que me ponga una de gambas, es un decir.
El fantasma del miedo recorre Europa…
Escribo esto inspirado, contagiado por la pluma del gran Manuel Vicent en su columna de El País . Se trata de que comiences la mañana, eso, con tus arterias encogidas de tenerte siempre en vilo.
Dice Vicent que el miedo ante el futuro siniestro es un veneno inoculando desde algunas regiones del poder político y económico para que aceptes tu destino, que es humillar la cerviz y cumplir las leyes del rebaño. Ahí es nada .
Pero te prevengo que antes de escuchar los telediarios te recomendarán tomar el adecuado ansiolítico que el mercado farmacéutico te tiene preparado.
El miedo cotiza en bolsa.
No toleres que te programen la vida. Aunque te suene a heroicidad, puedes apagar la tele, seleccionar las buenas noticias ajenas al menú impuesto. Porque la vida es mucho más , bastante más que una catástrofe diaria horrorizada por el tiempo futuro manipulado.
Quede claro que para nada rehúyo la obviedad de los dramas reales que nos acosan, pero yo estoy hablando de otra cosa, tangencial, sí, pero de otra cosa.
Y tú estás llamada para tener Vida, para contagiarla, para vivirla y tenerla en abundancia. Para emanar Ser Para gozar del presente, siendo Presencia. Incluida, claro está, una ración de gambas.
Rafa Redondo

 

 

Música: Ludovico Einaudi – Una Mattina

 

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