Su Verdadera Naturaleza

Al sufrir ese abandono, asumiste de modo supremo la condición humana en su profundidad última. Llegaste hasta el fondo de eso que se llama Encarnación y hasta el fondo de tu misión. Nadie podrá decir, Jesús, que no has descendido lo bastante para llegar asumir la condición humana en todo su desamparo.

R.R.

En la más profunda arteria del ser humano late una nostalgia: en su inconsciente resuena aún la música callada de su origen olvidado; y la añora, aunque también la rechaza. Esa es su tragedia. Y esa es, también, la razón de que siempre se halle activo, buscando a tientas eso que intuye; eso que le atrae y que a la vez censura. Y así vive –si a eso puede llamarse vida-, extravertido y de espaldas al su Verdadera Naturaleza.

R.R.

Múisca:  Danit – Naturaleza

 

 

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