Se aquietó el ruido de la mente

Se aquietó el ruido de la mente,
y, así, el repicar paciente,
de la aldaba del Ser sobre tu puerta
permitió que de par en par esta se abriera.
Y que tú, a la vez, también te abrieras.
Despertaste del miedo, para siempre;
y de la angustia de vivirte aislado de la Vida,
dormido y alelado cual fragmento.
Rafa Redondo
Jamás podré apropiarme de quien él mismo es y quiere seguir siendo propia desapropiación. Reconozco el destello divino de mis amigos ateos, que me mostraron el camino para desmontar ídolos. Como en quienes, haciendo un don de su vida, irradian Vida allende las fronteras de su propia religión; o en quienes el Amor que les invade asfixia su sistema de creencias en un abrazo que desconoce diques, como nos mostró el «pagano» centurión romano al pie de la cruz. A Jesús le mataron porque los buenos oficiales jamás aceptaron su modo abierto de existir…Y está claro que le mataron los buenos, no los malos…
Pero todos los días hay quienes siembran eternidad por todos los rincones.

 

Rafa Redondo

 

Música:  Nightnoise – Call of the child

 

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