Porque mora con vosotros

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. (Jn 14,16)

El verdadero pecado es no confiar en el Espíritu del Amor. El único pecado es no prestar atención a mi condición de resucitado, el único pecado es la ignorancia de seguir igual que un tonto o un borracho, siendo presa del temor.

Descendiste al infierno, Maestro, a nuestro infierno, para destruirlo.

Con mucha frecuencia me tentado a dejarme hundir en la desesperación, a caer en el vacío, disolviéndome en la nada. En ese momento llega a mis labios la palabra del salmo Dios mío Dios mío, ¿por qué me has abandonado?. Pero tú estás ahí más cerca de mí que de mí mismo y aunque a veces lo olvido sé bien que eso es así , pues tú me lo recuerdas.

 

No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros…

 

Aunque a veces mi aliento, germen de la palabra, sea sin causa y sin aparente destinatario, en mi desierto se demora la Luz de tu llamada.

Tú, Ruhá, intercedes por mí,  por todos nosotros. Esta experiencia que brota de mis horas oscuras, en el corazón de la fragilidad forma parte esencial de mi plegaria agradecida, Jesús de Nazareth.

De mí me exilio,

jamás de tu ternura,

Maestro amigo

R.R.

 

 

¿Qué es el Ser?  por Eckhart Tolle

Deja un comentario