El cuerpo transparente

Za-Zen, silenciosa contemplación donde aflora lo Otro de mí. Oración verdadera donde no existe el orante, donde suplicado y suplicante se hacen uno porque no hay nada que suplicar.

Za-Zen, profunda y veraz observación desde el cuerpo confiado y la mente callada,  rendida, abandonada a la visión de lo que simplemente es. Distendido cuerpo perfectamente distendido, abierto a la escucha del Misterio que pugna por manifestarse en el flujo del latir y respirar.

Za-Zen, que nada persigue, ya que él se basta para ser  revelación y llave que asoma a la inmensa apertura-obertura de la eterna  sinfonía de la noche de los tiempos.  Inequívoca sensación del Ser de Dios.

Quien nada persigue y se hace nada, des-cubre en el Za-Zen el ensanchamiento de los sentidos cual ventanales abiertos hacia el Seguir leyendo El cuerpo transparente

Conciencia sin fronteras

La práctica del Zen no sólo posibilita la ocasión de ampliar la conciencia más allá de los diques personales, sino también la de detectar los obstáculos que impiden desarrollar el natural despliegue del ser humano hacia la Unidad. Por esa razón, la práctica meditativa no es sólo un asunto individual cual sería la aislada práctica de una “atención plena” ensimismada , sino una cuestión de tomar conciencia –pues de ampliarla se trata- de las artificiales fronteras que, obedientes a la Falsa Conciencia, diariamente instalamos para, empujados por el competir, sacrifiquemos el compartir. El practicante de Za-Zen es un peligro, pues revienta las fronteras programadas por el Pensamiento Único.

Esto se ve bien en el mundo de la comunicación. Un ejemplo: envíe usted para su publicación en la prensa, un artículo crítico sobre la banca, y compruebe seguidamente el aluvión de dificultades «razonables» que le pondrán para su publicación.

Concreto más, un conocido artículo mío crítico con el banquero Emilio Botín espera hace meses – in aeternum más bien- su salida a la luz en la prensa escrita. Sé que ese artículo jamás verá la luz.

Desde la llamada «transición democrática», he colaborado y sin mayor dificultad, escribiendo columnas, reportajes y artículos de fondo, en los periódicos más destacados del Norte de la península. Pero he podido comprobar que «existen temas que Seguir leyendo Conciencia sin fronteras

Árbol, árbol, árbol

Como un árbol que tiende sus ramas me asiento en la tierra.

Árbol lleno de hojarasca, ramas viejas, flor marchita, tronco herido y sabia helada.

Un pájaro se mece en mis ramas, trina su canto susurrándome al oído. Cae la noche el pájaro duerme, y al despertar el pájaro no se ha ido. Permanece allí observando a aquel árbol marchito. El pájaro despega, su labor ha cometido.

Pronto cae la hojarasca de mis ramas. Pronto caen las ramas viejas que ya no sustentan mi tronco herido. Mi tronco se deshiela y con él mi sabia.

En la nada me quedo, arraigada en la tierra. En la nada estoy, solo con Seguir leyendo Árbol, árbol, árbol

Meditación Bilbao