La religión delimita, dibuja fronteras; la espiritualidad las borra

La religión delimita, dibuja fronteras; la espiritualidad las borra, sin dejar apenas huella. La religión dogmatiza; la espiritualidad exuda silencios. Su palabra, inocente y asombrada, despunta de la no-palabra, se vierte en poesía, reconstruye gozando con la unión, se abandona a la Unidad. Eso es lo que yo veo en este regalo inédito de mi gran amigo el poeta Eloy Sánchez Rosillo: el yo y el tú transmutados en ese espacio sin costuras que es el Uno, donde voy, donde llego. Sin jamás haber salido.
Une entre sí la luz todas las cosas
con un hilo de oro.
Y a mí mismo me incluye;
me toma alegremente cada día
y me hilvana con ellas.
Lo puede ver cualquiera que se quede
de vez en cuando a solas
y con sosiego mire:
no es el aire, es la luz la que nos suma
a todos con el todo.
El árbol me conoce,
saben de mí la nube y la montaña,
el gorrión, septiembre.
Y yo los reconozco emocionado,
y los dice mi boca.
Formo parte del mundo y estoy vivo.
Soy uno más por suerte
en la gran cofradía de la luz.
Eloy Sánchez Rosillo
DESEO
Deseo recibir a la Muerte en estado disponible: siendo Nadie, porque ella es impotente ante el Vacío. Porque nada puede la Muerte ante la Nada. Exiliarme no es fracasar; tan sólo es el cumplimiento desbordante del Ser que anima el alma; y el que me impulsa a amar , mansa o rabiosamente a mis semejantes.

 

 

Música: Hans Zimmer – Remember who you are

Deja un comentario