In principio erat verbum (Juan, 1-14).

In principio erat verbum (Juan, 1-14).
Tu palabra, esa mueca sagrada que el Vacío de tu desasimiento brinda a mi existencia…
Y pareciera, Jesús, que hoy, tu Espíritu, aunque se oculte, en su afán por manifestar tu instinto de donar, de hacerte pan, de trocearte, de hacerte verbo, narración y Epifanía, rasgara de un tajo los velos que le velan, esa porfía constante en tu mensaje. Tu ser es tu donarte. De ahí, Maestro, que sienta mis labios, nuestra amorosa boca, como evocadora de la no-palabra desde la que brota tu palabra desde antes de que todo viviente viviera: la palabra interior, la siempre naciente, esa que brota del aliento anterior a todo decir, toda canción, todo poema, verso y beso. Así te siento, Jesús: Verbo que se trueca en mi verbo, donde desea sonar y desde tí desea prolongarse haciendo de mis labios y en los labios el humilde brocal de tu Presencia. Sí, las bocas de mi ser viviente…su soplo al par del tuyo: un acto de amor, una proclama, un diseño de transparencia en el devenir del mundo…
Devenir en tu rasgarse en tú hacerse grieta… Por dónde tu luz penetra en cada instante…
Tú, ese ungüento que de ti recibo y todos recibimos en tiempo de inclemencia para ser ungüento de otros, hasta el final, hasta el extremo.
Este es mi cuerpo, este es tu cuerpo, amado Maestro.

 

Música : Nightnoise – For Eamonn

 

 

 

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