El sentido de la vida

José Luis es un miembro de la Sangha Ipar Haizea, que ha vivido en la calle; hoy lo hace en un albergue municipal. Su fuente de ingresos se nutre de tocar la flauta por las calles de Bilbao. Sabe lo que es la nada del ser nadie. Y lo proclama en conferencias.

Rafael Redondo

Cuando llega enero, siempre que puedo, planto Alegrías, que germinan, echan raíces, se esfuerzan por llevar su tallo hacia el sol, sacan adelante el máximo posible de capullos, y por último, después de esparcir su semilla, mueren. Para mí estas plantitas guardan una increíble sabiduría. Ellas conocen el sentido de la vida mejor que el más sabio de los humanos y se lo enseñan a todo aquel que las quiera observar…

Si le preguntas, te contestará encantada: el sentido de la vida es vivir y luchar por desarrollar el potencial que la madre naturaleza nos dio. Así de simple, de hermoso, de difícil. ¿Crees que para entender tan incomprensible misterio para la mayoría de los humanos, esto es, que la vida fue creada para vivirla y que por ser Alegría había de esforzarse para ser una flor, tuvo que estudiar o leer a los grandes pensadores del mundo floral? ¿O acaso le preguntó a Dios o a sus representantes en el reino de las plantas y que éste le contestó directamente o a través de algún emisario? No, mi amiga simplemente nació sabiéndolo. Ni siquiera eso, nació siéndolo. Lo llevaba dentro. No necesitaba saber con los ojos de su conciencia-ego, sino que simplemente fue, que es saber con los ojos de la existencia.

Pues si ella misma era vida y flor, que mejor que mirarse a una misma para saber que ha de hacerse para serlo. Los animales, las plantas y la mayoría de los seres vivos a excepción de una gran parte de los humanos saben que el misterio de la vida es simplemente que no hay tal misterio. No hay plan supremo que seguir porque no hay supremo que lo planee. Como todos, la diosa naturaleza se deja ser a si misma y se deja crecer, firme y segura de saber que va a alguna parte pero sin saber adónde va. No le interesa, no necesita saberlo; para ella la idea de un objetivo es absurdo. Vivir, incluso para ella, es simplemente eso: vivir de acuerdo a lo que es. Y para saberlo no necesitan mas que mirar dentro.

Si quieres verlo está por todas partes. Todos los seres se esfuerzan por dar lo máximo de si mismos. No por ser los más fuertes, ni los más bellos, simplemente por dar el máximo de si mismos. Si los inviernos son duros, las lluvias no llegan o la comida escasea, no se lamentan ni le piden a dios que sea más benevolente. Simplemente redoblan sus esfuerzos y siguen adelante, porque está en su naturaleza ser ellos mismos a pesar de todo. Puede que no sean ni los más bellos, ni los más fuertes, pero van a luchar al máximo por ser ellos. Y no lo hacen de cara a la galería, ni por exhibirse. Lo hacen porque se les ha dado la oportunidad de ser y no la van a desaprovechar. Sin pretender ser otra cosa, ni añorar lo que pudieran haber hecho si se les hubiese dado la oportunidad de luchar en mejores condiciones, en mejores pastos o en tierras más fértiles. Simplemente se les ha dado la oportunidad de ser y con ello les basta.

Allí donde la vida surge se aferra con uñas, dientes, raices y aletas a esa oportunidad, porque la saben única. En ese momento solo a ese ser en si mimo se le ha dado la oportunidad de tranformar lo que antes era nada en si mismo, el gozo de por un breve lapso ser si mismo, darle a la naturaleza la capacidad de florecer y transformar lo que antes era nada en ser viviente. Solo a él se le concede vivir esa vida ¿Crees que va a perder un solo segundo en quejarse y decir: Vivir es sólo esto? ¿Sólo? Por lo que sabe sólo a él, a nadie más, nunca volverá a tener la oportunidad de ser este ser. A lo que los ciegos y los locos llaman “sólo” él lo sabe único, no con la sabiduría de la razón, si no porque siente profundamente que la naturaleza le llama a hacer aquello para lo que ha sido creado. No, no va a perder ni un solo minuto en lamentarse porque vivir es sólo esto, porque siente que todas las energías las va a necesitar para hacer lo que tiene que hacer: vivir.

La vida no es un misterio, ni un “sólo esto”. Es una oportunidad única e intransferible, que, por lo que podemos saber, quizás nuca se repita; al menos aquí y ahora y en lo que a esta forma nos concierne. ¿Quieres gastarla lamentándote porque no hay más? ¿En querer saber que habrá luego, en ir como alma en pena porque vivir es sólo vivir?

Deja de hacer el tonto y se un poco más Alegría, hombre.

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2 pensamientos en “El sentido de la vida”

  1. Es para mí un orgullo poder publicar mis humildes pensamientos en esta web de esta gran familia que en momentos menos fáciles tanto me ha ayudado. Y aún más orgullo es que Rafa, al que por una vez me voy a permitir que le llame maisu me presente. «Sabe lo que es la nada de ser nadie » es lo más bonito que nunca han dicho de mi. Gracias a todos, nos vemos en alguna sentada compartiendo silencio.

  2. Sabia reflexión. Gracias por compartirla.
    Siento que sólo un «reencuentro consciente» con la Naturaleza, puede hacernos encontrar el camino que alguna vez en la historia erramos: el camino de la UNIÓN con todos los seres vivos y los no tan vivos, al menos en apariencia ( ¿acaso no nos enseñan «verdadera sabiduría», «verdadero saber estar», una gota de agua, una hoja, una piedra, una nube…? ).
    Siento que ese «reencuentro», ese «darse cuenta», es lo que puede frenar la loca y absurda carrera del hombre a su paso por esta experiencia ÚNICA y MARAVILLOSA a la que llamamos VIDA.
    ¿Acaso sabe el gorrión que hoy es lunes?…ni falta que le hace.
    ¡Feliz día a todos…hay motivos para estarlo!

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