Caer en la cuenta…instante a instante

 

Caer en la cuenta de que eso que llamamos vida es un pálido reflejo de nuestro verdadero rostro, aunque deformado por imágenes ajenas o razonamientos anestésicos. Ideas ondulantes, como las aguas de un lago que tan mal transparentan, o emborronan, la verdadera faz que allí quiere asomarse. Confuso espejo y falsa faz de una promesa que allí no puede asirse… génesis del miedo a respirar y a vivir, peor que el miedo a la muerte, pues todo suicida añora querer ser lo que no es pero que en su Fondo es. Añoranza de un acorde perdido …, nostalgia de un más allá de la vida y de la muerte que la torpe mirada desfigura. De ahí la melancolía, lo sé.
Abrirse paso hacia el Ser, en un camino continuamente renovado. Un proceso en el que el ser humano puede llegar a ser capaz de observar el desmoronamiento de los pilares que sostienen su pequeño ego y los roles que está empujado a ejercer en el mundo diseñado por una civilización dormida. Sufrimos porque nos vivimos como fragmento, siendo totalidad. Y nuestro inconsciente se resiste a formar parte de una borrachera colectiva.
Tan sólo un sacrificio total de lo que interrumpe el proceso de ser, abre las puertas al absoluto que nos busca. Tener el valor de tal afrontamiento forma parte del caminar, porque ese caminar es la luz con la que, aceptando su contingencia y finitud, es capaz de avivar el fuego incandescente que en él fulge, la llama de infinito que le habita.
Un comprometerse con la vida. Instante a instante. De eso se trata.
R.R.

Música :  Davy Spillane – Midnight Walker

 

 

 

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