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Desapegado del miedo….

Practicando el kin-hin (zen caminando), descalzo, toco lo real. Y lo real me toca. Yo no soy dios en mi pequeño yo, sino cuando, descalzo y desprendido, me libro de mí y libro a otros de mi. «Quizá –escribe Juarroz- en el extremo de mi sangre los pies me están salvando, ya que no he podido salvarme con las manos».

Sólo el ser vaciado de sí puede cambiar el mundo, pues tan despegado del miedo está que la muerte no le alcanza y el hermano lobo-miedo no tiene donde morder.
*****
Tan sólo, oh densa Nada, te comprendo lejos del pensamiento, lejos del tiempo, lejos del espacio: Habitas –eres- detrás de todo nombre en un sin-lugar que no sabe de puntos cardinales.
Soy libre al decir que puedo verte mejor cuando abandono estos ojos. Atrapado en el deseo, esclavizado por el sentimiento, repatriado en la razón, tan sólo ligeramente atisbo tus manifestaciones. Tú, amada Nada sin forma, origen de las formas; tú, totalidad que nos habita; tú, oscura y luminosa llama; fuente de la que emanan los modos, los gestos, y las formas que anidan en los lienzos.
Hoy se escapó de mí –voló conmigo- mi memoria
en alas moteadas de oquedades.
Hoy se escapó de mí a sus soledades,
a la quietud silente de lo Nadie,
donde el tiempo sin forma se hace verso,
sin pliegues de palabras.
Y me quedé sin nada, y no dejé nada
salvo el rastro efímero
de unos pasos por la arena.
R.R.

 

Música: Hans Zimmer – Time

 

 

Harto de las palabras…

 

Harto de palabras, mi oído no alcanzaba hoy a calmar la nostalgia de tu presencia; más el murmullo de tu hontanar, que avivó aún más mi sed hasta el extremo, me acercó a la fuente del silencio. Aunque algo extenuado, te doy las gracias de haberlo hallado donde siempre estuvo. Y en su brocal ahora me apoyo, y bebo en espera del alba.
El imán de la ausencia, tu reclamo
Hay ecos -me contó Hugo-
que no son de las palabras
son del aliento,
no nos repiten
nos convocan a escuchar
lo que para decirse nos llama.
PIENSO QUE NO SE TRATA DE SER CREYENTE O SER ATEO, SINO DE ESTAR ABIERTO O CERRADO A LA ESCUCHA DEL MANANTIAL DE LA VIDA,
SU SUELTO SUSURRAR…
…Yo guardo tus palabras en mi cuerpo,, y el que las oiga un día recibirá una ráfaga de trigo y amapola…» (P Neruda, Los versos del capitán)
Te bastas sola
para besar el sol
bella amapola…

R.R.

Música:  Now we are free – Hans Zimmer

En la Nada somos lo que somos

En la Nada somos lo que somos; en la vacuidad emerge la Noticia de nuestro sentido aquí y ahora.
Nacimos para ser artistas de la vida, somos nosotros la materia prima de semejante obra de arte, y el objetivo –si de objetivos aquí pudiera hablarse- de la meditación es transformarse de arriba abajo, cuerpo y mente. Convertirse en verso. Todo ello rompe con el sentido común, con el mundo de los conceptos, para habitar y dejarse habitar por esa realidad que no existe en la existencia, que simple y llanamente ES. El verdadero poeta extrae del humus de ser aquello que en su fondo late: el vacío el vacío mismo del Ser, libre de aderezos, para luego ver su rostro y rebautizarlo…
Aún más: una vez salida a la luz la estrofa, el poeta quisiera des-nombrarla de nuevo; des-bautizarla de nuevo, para ganar en la ausencia la presencia de aquello que es su nostalgia más allá de las palabras. Por eso comprendemos que el poeta no sólo no tema a la nada, sino que, además, se sienta incluso atraído por la plenitud que encierra.
R.R.

Múisca:  Bab´aziz – Armand Ama