Archivo de la etiqueta: Inocencia

Franja de Gaza, julio de 2014

Rostros destrozados de niños de dos a cinco años. Ojos en blanco de muerte, que nos interpelan si es posible en el ser humano tanta inhumanidad. Vidas truncadas sin sentido y sin por qué. Niña de nueve años muerta en los brazos de su madre. Gritos de pánico y de odio, y de impotencia y de desesperanza…

Los inocentes vuelven a revivir en Gaza la noche oscura de Auschwitz. Nuevos verdugos descendientes de otras víctimas.

¿Cómo parar la locura de los racionales cuerdos de una economía que mata? Los poderosos del mundo siguen en su oficio de mentir y matar a sus semejantes, destacando entre ellos los más pobres e inocentes. En Gaza se entrecruza la crueldad de un dios vengador (del que Saramago decía que «era un mala persona») con la del Dios Mercado. Lo tienen claro los inocentes. La Humanidad en Gaza se encanalla día a día, hasta tal punto de que creemos que “eso es la normalidad …”

Mas, queriendo hallar alma en tanto desalmado, buscamos referentes que nos rescaten ESO, eso que llamamos el sentido del vivir, pero parece como que si el fuego del odio se estuviera haciendo planetario…UNA SEGUNDA NATURALEZA INHUMANA SOBRE LA HUMANA ORIGINAL.

Aunque más abajo, en Sudáfrica, uno de esos referentes dejó escrito: “una persona pertenece a una totalidad y se empequeñece cuando Seguir leyendo Franja de Gaza, julio de 2014

La inocencia y el asombro

Nacemos con una prodigiosa capacidad: la de asombrarnos; siendo esta una cualidad específica de receptividad que nos hace particularmente dotado para filosofar, crear y crecer como personas verdaderas. El niño siempre está en la Presencia del presente, no se aburre, y si nos quejamos de su impertinencia, ello es debido a que con ella nos sacan del tiempo-pensamiento en que vivimos alienados. Por eso “molestan” al inmaduro adulto. El fenómeno del asombro y su atento cuidado, parten de la inocencia innata que, como receptáculo vacío, ejercitamos desde niños, la que nos faculta para vivir en plenitud más allá de las fronteras del pensamiento unidimensional, esa plaga llamada globalidad. De los que son como ellos es el Reino de los Cielos, clamaba el maestro de Nazareth.

La inocencia, por tanto, lejos de ser Seguir leyendo La inocencia y el asombro