Nos encontramos caminando…

Nos encontramos caminando, hemos crecido juntos y nos hemos ayudado, reído, llorado, acompañado. Con nuestras luces y sombras nos seguimos juntado y gracias a esas luces y sombras, hemos comprobado que nos necesitamos para ser mujeres y hombres totales, hermanos universales. Nuestras luces y sombras, son como maestras para salvarnos con toda la humanidad y completar la creación del mundo.

Con nuestras luces y sombras, con nuestros aciertos y errores, nos amamos con todo  nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todas nuestras fuerzas.

La presencia de cada compañero, codo con codo, con nuestras luces y sombras, nos interpela para engrandecernos, porque, al final, esa presencia compañera es un regalo de la Fuente de la Vida, una enviada, una pregunta de amor, una oportunidad de caminar a Unidad.

La presencia de cada compañero, con sus luces y sus sobras, es por la que el Amor se expresa, invita, enriquece, y mide nuestra capacidad de querer.

La presencia de cada compañero, con sus luces y sus sobras, es nuestro plan de cada día, nuestro pan de cada día, nuestra hostia consagrada itinerante. Y lo es porque habita en tu medio, la tienes codo a codo, vive y con-ive en tu mismo equipo de trabajo, siendo presencia de carne y hueso, persona de cuerpo y alma que con su nombre y apellido ha venido a servirte de maestra para crecer en edad y madurez, la dimensión adulta que nos faculta para amar sobre toda condición.

SEGUIMOS, SEGUIREMOS CAMINANDO POR SENDAS DE UNIDAD.

Un pensamiento en “Nos encontramos caminando…”

  1. Gracias por recordarnos nuestro plan de cada día: lo cercano que está!
    no hay que ir lejos, está aquí.
    Resalto el lapsus linguistico del texto»La presencia de cada compañero, con sus luces y sus sobras,»
    Si, con sus sobras también!

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