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Profunda Luz

Quiero compartir con vosotros un sentir.
Tenía pensado haber ido hoy al Zazenkai pero me ha sido imposible. He realizado las sentadas y los kinhin más o menos a la par que el grupo desde mi casa. Suelo hacerlo, pero hoy he tenido una vivencia muy especial. Terminé con una potente emoción, consecuencia de la fuerte conexión que he sentido con la Sangha hoy.
Esta experiencia la he plasmado en unas palabras que comparto con todo mi cariño y gratitud :

«Me trae la mañana ecos del viento del norte.
IparHaizea…
Rumores del Zen y consciente caminar.
Profunda Luz que enciende e ilumina en la distancia, haciéndome sentir Uno, Una con todo, con todos…
Caminante y camino.
No dualidad.
No límites, no lugares, ni tiempos…

Fuerza del Silencio…
Magnética entrega que libera el Ser.
Ecuánime equilibrio de lo que ES.
Ruah, salvaje, que sopla dónde y cuándo quiere.
Hilo dorado que cose almas sin puntadas.
Sedal que pesca sin muerte… en la muerte más profunda, sacándote del mar, hecho gota hasta volver a él siendo agua, sin haberte ido…
Rumores del Viento Norte».

Gracias IparHaizea, gracias Rafa…
por hacerlo posible.

Paloma

Música: Davy Spillane – A Place Among the Stones

 

Soltarse de las dependencias que nos amarran

 

La paz está siempre ahí, lo único que nos impide vivirla son los ruidos que rompen el silencio, su morada; los miedos no reconocidos que arruinan nuestra confianza en el manantial de la vida.
Soltarse de las dependencias que nos amarran; desprenderse de uno mismo, fuente de todo miedo. Quien muere antes de morir no muere nunca.
Y no es cuestión de sentir, sino de ser…
R.R.
Forzó el Amor que la Realidad fuera,
necesitó cumplirse en tu persona,
y dejarse decir en tu palabra.
Jamás pudo hacer otra cosa sino amarte;
tal es su omnipotente impotencia
y su fragilidad invulnerable.
 R.R.

 

Música:  Enigma – Return to Innocence

Sólo el Ser Es

Llegar a ser lo que en el fondo somos es el fruto de un lento y trabajoso desprendimiento, incluida la creencia de que hay que llegar a ser. Vivir la vida junto a la muerte. Sin separarlas, porque tal separación es fruto del pensamiento y del tiempo. Ello implica un profundo cambio en la conciencia, y en la existencia. Liquidada esa separación, el miedo se diluye.
En el vivir y el morir están los fundamentos de la plenitud que en cada instante se nos da.
Quienes experimentan el silencio del «sólo dejarse ser» en su más profunda muerte, logran atisbar también su más honda belleza; ellos conocen bien que el trabajo personal, la disciplina del ejercicio que les antecede, no es otra cosa que el desprendimiento de todo pensamiento, incluido el propio pensador: la inteligencia desprovista de imágenes, el espejo vacío. No hay nada acerca de lo que se tenga que pensar. Tan sólo limitarse a ser, a ser lo que se es, ahora, aquí, al filo del instante. Al leer esta página.
Contemplar la sigilosa experiencia del silencio que va más allá –bastante más allá- del habla, y más allá de la simple insonoridad. Y el silencio, atributo del Atman, se desvelará como lo que es, como conocimiento. La verdad es que no sé por que dicen que es tan difícil constatar esa evidencia.
Observar la experiencia del silencio, es constatar- que no hay nada que alcanzar. Observar que sólo ese silencioso Ser merece el sin-nombre del nombre de Dios. Observar que sólo el Ser es. Vivir el Ser, vibrar en el Ser. Tal es la consecuencia de ese desprenderse: muerte devenida en Vida.
Eso es para mí la liberación.
Puede ser una imagen de gran felino y al aire libre

 

Música:  Enigma – The Child in Us