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Nadie

Estar en la vida como el vacío está en el cuenco: estando sin estar. Inauguremos el verbo dis-estar. Desprenderse para ser Presencia. La fórmula para estar en el presente es no estar, perderse, ser presente.

Con las palmas al vientoConozco una suerte de atajo para subir hasta el abismo: alcanzar la cumbre no consiste en encumbrarse. Como ser hijo de Dios no es endiosarse. La cumbre no está en la cumbre. Y allá, en ese lugar sin lugar, puede olerse lo que jamás tuvo existencia: el esplendor de la Nada. Nada hay que hacer que no sea el acopio de lo que no hay. Hacerse rico en las raíces del aire. Presencia en la im-presencia. Quienes ignoran lo interior no Seguir leyendo Nadie

Jesús

Ocurrió en Kioto. Un joven escritor holandés, interesado por el zen, visitó en uno de los magníficos templos budistas de esa ciudad japonesa a un anciano monje que, curiosamente, y pese a ser analfabeto, había alcanzado el grado de maestro zen. El monje preguntó al joven sobre la religión que profesaba, y, al responderle que era cristiano, el maestro zen no ocultó su ignorancia sobre la persona y la obra de Jesús, pero comoquiera que mostrara un evidente interés sobre el galileo, el joven corrió hacia la biblioteca de la universidad de Kioto en busca de un Nuevo Testamento. Y ya de nuevo ante el anciano, este sugirió al joven que le leyera un texto del Evangelio, el primero que se presentara a sus ojos abriendo el libro al azar. El texto que el joven halló ante sí fué el pasaje de las bienaventuranzas.

Acabada la lectura, el monje cerró los ojos y guardó unos minutos de silencioso recogimiento, acompañado de otros monjes que se hallaban con él. Al levantar la cabeza, mirando de nuevo al holandés, el anciano exclamó: «No conozco a quien dijo eso que tu has leído; pero está claro -añadió contundentemente- que esas palabras solo pueden ser las palabras de un buda».

Un buda es un ser despierto. Todos los «Budas» hablan igual, todos expresan la misma experiencia. El anciano y analfabeto monje budista de nuestra historia, no estudió teología, pero, sin otra mediación que el conocimiento intuitivo propio de los hombres despiertos, superó en un instante las obsesivas dudas metódicas de los teólogos bíblicos, al reconocer sin mediaciones, directamente, las señas de identidad de Jesús como Buda -Hijo de Dios- Aquel que daba gracias a su Padre porque tales cosas las velaba a los poderosos y las revelaba a los sencillos.

Pesca tradicional en la Isleta del Moro, Cabo de Gata, Almería http://flic.kr/p/eodvdm

Jesús no vino para fundar religión alguna, sino para Seguir leyendo Jesús

Mirada retrospectiva

He conocido a eminentes profesores, compañeros de claustro, que, hasta jubilarse, únicamente hablaron y escribieron desde experiencias ajenas, nunca desde las propias.

He conocido a grandes Maestros que hablaban de LLEGAR A LO ÚLTIMO, sin acordarse de que el infinito carece de metas y escalones. En su discurso sobraba ambición, faltaba amor.

He conocido a maestras muy Seguir leyendo Mirada retrospectiva