Sigue practicando

Lo más delicado de observar es el apego al desapego. La incapacidad de aceptar que eres incapaz de aceptar. Esa obsesión por soltar, esa obsesión que no puedes soltar. Dice el maestro Pedro Vidal que el ego es como una rata escurridiza, pero que, si se ve acorralada, muerde hasta al gato más fuerte.

Ningún pensamiento de aceptación o desapego lleva a la aceptación o desapego, sólo la práctica. Da igual lo que leas, los bonitos y evocadores poemas que te inspiren, la presencia y sabiduría de los maestros. Sólo son señales de tráfico, importantes, sí, pero sólo señales. Ningún GPS hará el viaje por tí.

Sólo la atención pura te llevará a la aceptación, el desapego y la comprensión. Y para ejercer esa atención, antes debes ejercitarla, porque lleva muchos años atrofiada. Es como tu sistema muscular, no puedes comprarlo, no tiene sentido buscarlo, ya está ahí, es tu naturaleza, pero dejaste de Seguir leyendo Sigue practicando

Quebrar el cerco

Hemos obturado nuestra relación con la globalidad que somos, y así, obstruida nuestra conciencia, viviendo –es un decir- separados, creemos vivir en lo real, aunque ni por asomo atisbamos la real realeza del vivir. Esa es nuestra tragedia.

Sin embargo, cuando el crisol del sufrir, el sinsentido, la soledad o la muerte nos permite que por nuestras entrañas se abra paso la Conciencia, quizá –o sin quizá- entonces podamos comprender quiénes realmente somos más allá del amor y de la muerte.

Más allá y acá del cuerpo ordinario que percibimos, limitado en sus cuatro costados; la humanidad ha podido experimentar a lo largo de los siglos otras grandes dimensiones que sobrepasan y exceden la conciencia ordinaria. Más allá de la sutil energía que transita nuestras células, y más allá de los límites de nuestra mente corporal, el ser humano ha sido capaz de verse como es a pesar de los vaivenes producidos por esa ilusión que llamamos “la vida”: “Algo” que perdura inextinguible. Nacemos, crecemos, morimos; pero “algo” se mantiene sin merma, y podemos verificarlo en la meditación; “algo” que nunca ha nacido y no sujeto al cambio ni a la vejez. En la meditación, aunque no podamos describirlo, sí podemos constatar el «Yo“que hay detrás de todo yo condicionado, la Unidad que palpita tras todo modo de existencia. “Algo” que Seguir leyendo Quebrar el cerco

Respirar

Hoy, una vez más, me «cogió» desprevenido el prodigioso hecho de respirar, y asombrado como un niño comprobé que cuando el imperecedero vaivén del respirar es percibido con la calma de quien no busca provecho ni pone voluntad en lograr ninguna suerte de meta u objetivo, y la atención se centra en el prodigioso sube y baja de la expiración-inspiración, nos hallamos en el umbral de la experiencia del Gran Silencio. Acogedor abrazo del Misterio que culmina con una gran certeza: Alguien me respira.

Es radicalmente importante atender a ese portentoso reclamo que en cada instante nos es dado; pero, sobre todo, saberse detener en él, permanecer en él, para saborear ese Misterio que pugna por desvelar su ocultamiento y hacerse Presencia. La Presencia es Alguien, progresivamente gigante en la misma medida en que, dejando a Seguir leyendo Respirar

Meditación Bilbao