LA ÉTICA, por Ángel Fernandez Velasco

Introducción

Siendo una rama de la filosofía, la ética, estudia de manera racional, la moral, el deber, la felicidad, el buen vivir y la virtud. Para ello reflexiona y argumenta, iniciando su pensamiento en la Antigua Grecia hasta nuestros días.

Trata de definir lo que es lo moral, así cómo se puede justificar racionalmente un sistema moral y cómo se ha de aplicar en el individuo y en la sociedad. Trata de ofrecer las razones por las que se debe apostar por un sistema moral en vez de por otro.

Una doctrina ética elabora y valida unas afirmaciones o pensamientos concretos. Una sentencia ética, juicio moral o declaración normativa es una afirmación que usará términos tales como “bueno”, “malo”, “correcto”, “incorrecto”, “obligatorio”, “permitido”, etc.

Cuando se emplean sentencias éticas se está valorando moralmente a personas, situaciones, cosas o acciones. Se establecen juicios morales cuando, por ejemplo, se dice: “ese hombre es malo”, “no se debe matar”, etc. En esas declaraciones aparecen términos “malo”, “no se debe”, etc. que implican valoraciones de tipo moral.

1.- ¿Para qué sirve realmente la ética?

Sobre el libro, con este título, de Adela Cortina se afirma que: “si no tomamos nota de lo cara que sale la falta de ética, en dinero y en dolor… el coste de la inmoralidad seguirá siendo imparable. Y, aunque suene a tópico, seguirán pagándolo, sobre todo, los más débiles”.

Siendo un sistema normativo social, igual que el derecho, pero se distingue de aquél en que es voluntario y no coactivo.

Sirve para regir la sociedad, aplicando el conjunto de sus valores. Cuando se habla de ética profesional se refiere a saber respetar las normas que organizan a la sociedad o profesión.

Los valores organizacionales se deben reflejar especialmente en los detalles de lo que hace diariamente la mayoría de los integrantes de la organización, más que en sus enunciados generales.

En una sociedad que sobre-estimula el consumo y la propiedad, los ciudadanos terminamos siendo valorados más por lo que tenemos que por lo que somos como personas. En consecuencia, la apariencia o el poder muchas veces se convierten en valores superiores a la responsabilidad. Así terminamos proclamando que “el fin justifica los medios”.

Todos somos libres de vivir nuestros valores o contravalores, sin embargo, actualmente la sociedad cada vez nos propone más posibilidades de desarrollar los contravalores que los mismos valores. Con demasiada frecuencia nos dejamos atrapar por estas propuestas que la sociedad moderna nos propone y pensamos que la felicidad y la satisfacción nos llenarán desde el exterior.

Conviene destacar algunos contravalores: Deshonestidad. Esclavitud. Pereza. Odio. Ignorancia. Infidelidad. Injusticia. Guerra. Irresponsabilidad. Enemistad. Arrogancia. Intolerancia social. Traición. Impaciencia. Falta de creatividad. Egoísmo. Antipatía. Grosería. Falta de resiliencia. Resentimiento. Corrupción…

Analizar éticamente nuestros comportamientos sirve para que el paso de los años no sea tiempo perdido, sino empleado en la felicidad. Se busca ser honestos, sin basarse en la conveniencia sino en lo correcto.

Como seres humanos nos vemos en la obligación de justificar, ante nosotros mismos y ante el resto, todas nuestras acciones. Es lo que hace que la ética valide las cuestiones morales. También es una herramienta (ética de los mínimos) que analiza los pensamientos subjetivos buscando unas normas mínimas.

Con ello se pretende acordar unos puntos mínimos, para poder convivir, en comunidad y en la vida social. Todo ello permite vivir en armonía con nosotros y con los demás.

Algunos, como el grupo educativo DEL VALLE, han desarrollado un código ético. Con él se pretende aplicarlo en estudiantes, educadores, investigadores, administradores, colaboradores y directores. Todo ello se puede plasmar también en la empresa, familia, amigos, etc. Según ese estudio son tres los valores: RESPONSABILIDAD, RESPETO Y PENSAMIENTO CRÍTICO.

2.- La ética en la vida

La ética, con sus análisis reflexivos, trata de analizar la moral que aprendemos de la vida cotidiana y, a su vez, está vinculada a validar contenidos y valores. La ética realiza su tarea en la incertidumbre, en un mundo cambiante por las costumbres y los avances científicos.

Nuestra hipotética capacidad para transformar el mundo nos sitúa ante escenarios nuevos y desconocidos, por ello, hemos de reconsiderar las definiciones del ser humano, cuestionar nuestras propias creencias y principios para concretar qué tipo de mundo queremos crear (ética aplicada).

Dos niveles de ética

Se da la ética de los mínimos y la ética de los máximos. Los máximos son los ideales de vida buena, los arquetipos casi perfectos, a los que aspiramos. Pero por su contenido individual no se pueden exigir a todos, sólo sirven para uno. Todos no compartimos la misma jerarquía de valores.

Los mínimos están compuestos de elementos básicos en los que podemos coincidir un grupo entero, lo que posibilita la convivencia y tolerancia. Aquí se asegura el respeto y la vida democrática.

3.- La ética para ayudarnos a convivir

Las dificultades humanas están relacionadas con el conflicto, y como somos seres sociales, necesitamos a los demás para vivir y crecer. Los humanos somos variedad, distintos, diferentes y como la diversidad es la clave de la humanidad, esta característica alimenta el crecimiento y, por el contrario, el conflicto. ¿Puede eliminarse el conflicto?. Uno de los objetivos de la ética es ayudar al ser humano a encontrar formas de convivencia justas en las que se propicie al máximo el crecimiento personal. Nuestro objetivo no es ignorar ni superar el conflicto sino resolverlo de forma pacífica, a través del dialogo, la negociación, la palabra y nunca la violencia.

La vida social se compone de una mezcla entre el conflicto y la cooperación y de esta mezcla debemos hacer surgir sociedades que se caractericen por su buena convivencia y digo buena convivencia y no convivencia a secas.

4.- ¿La ética mejora nuestra vida?

El ser humano es como un escultor a punto de comenzar su obra: Todo está por crear. “El hombre está condenado a ser libre” (Sartre). Tenemos que tomar decisiones a cada instante. La libertad lleva emparejada la responsabilidad. Lo moral nos invita a fijar qué tipo de vida queremos, cómo queremos relacionarnos con las personas, con la naturaleza, qué opciones son las que puedan realizar nuestros valores y qué es lo que buscamos para alcanzar la felicidad.

El hombre, desde que se agrupó, tiene la necesidad de desarrollar una serie de reglas que le permitieran regular su conducta frente a los otros miembros de la sociedad. En este sentido se puede afirmar que somos animales éticos. Pero es difícil catalogar de buena o mala a una persona sólo por un hecho.

La razón nos proporciona causas y razones, se puede decir, que a la ética le concierne proporcionar las razones por las que ciertas conductas son buenas y, por lo tanto, dignas de realizarse, también de argumentar en contra de conductas como el homicidio, la drogadicción, el engaño, el robo, la corrupción, etc.

La esencia del budismo sobre la ética es que si podemos ayudar a otros necesitamos hacerlo; si no… hay que evitarlo. Todo proviene de una motivación, tanto si queremos hacer sufrir, como si queremos hacer felicidad. Al comprender que algo que pensamos hacer es incorrecto, se habilita una fuerza de voluntad que nos ayuda a abstenernos. Al prever las malas consecuencias nos ayuda a contenernos.

Nuestra esencia individual humana se asienta en el resto de la humanidad, somos seres gregarios. A pesar de los cambios evolutivos en los humanos, hay algo que no ha cambiado: seguimos siendo todos iguales. Los niños no tienen nuestros prejuicios de edad, ideología, raza, religión…ellos juegan con todos.

5.- Somos responsables, con nuestros actos, ante el Universo

“Yo soy uno de ellos, mi bienestar depende de ellos, sin importar las diferencias que existan”. El mundo, cada vez es más pequeño e interdependiente. Los nuevos 6 billones de habitantes debemos asumir nuestra responsabilidad global sobre el Planeta Tierra. Es imprescindible cuidar de otros países. Por nuestro propio interés tenemos que cuidar de los otros, teniendo un sentimiento de cercanía. El mundo entero forma parte del “nosotros”. Llevar una vida ética, según todo lo anterior, no sólo se centra en no lastimar, sino en ayudar, ser solidarios, tomar el bienestar de los otros como parte de nuestra propia ética. Tratando de recoger sólo algunas situaciones sociales en las que nos vemos obligados a optar por la ética, paso a analizar algunas.

6.- La ética en la empresa

Los casos de corrupción, especulación financiera e inmobiliaria, intoxicaciones alimentarias, desastres medioambientales, la falta de veracidad en la publicidad, entre otros, van concienciando a la sociedad sobre la importancia que tiene que la empresa esté conformada en torno a unos principios morales y éticos. El Departamento de Recursos Humanos es el que marca la línea ética y el comportamiento empresarial global. Además no hay que olvidar la ética individual de cada trabajador. Se puede decir que la Responsabilidad Social Corporativa es la puesta en práctica de la ética de la empresa, asociada a fines comerciales estratégicos. Hay demasiadas empresas en las que el reparto de beneficios, lleva a sus directivos a sortear personalmente la ética.

7.- La ética en la política

En nuestros días, la valoración ciudadana sobre la aplicación de los principios morales de sus dirigentes políticos y, la política en general, es muy negativa. Si la política es el arte del buen gobierno, los políticos son los responsables de llevarlo a buen fin, lo contrario es el desgobierno y la irresponsabilidad. Cada vez es más ancha la separación entre política y ciudadanía, en gran parte, debido a una dinámica corrupta que hace que los ciudadanos no se sientan representados para defender la solución de los problemas de la sociedad civil. La separación de los dirigentes apunta a un desprecio contra el pueblo, sus necesidades, sus inquietudes y aspiraciones. La política se ha convertido en una empresa privada que legisla a favor de intereses privados, no públicos. Ello es posible porque en la ciudadanía se implanta una incapacidad para reaccionar, viviendo en el letargo de la anestesia, tratando de pasar lo más desapercibido posible ante los estamentos públicos.

Para recuperar la normalidad política sólo hay una vía posible ¡a través de la ética!… con la garantía de un Poder Judicial que su ética le haga ser Justo. Los políticos deben asumir la responsabilidad de sus acciones, tanto en el ámbito público, como en el privado. Ellos, como todos los demás, debemos de ser coherentes, recuperando la vocación de servicio al bien común y la utopía.

Urge que el Estado deje de ser una Sociedad Anónima donde se justifique todo desde los resultados de unas urnas. Pero debe ser el político, no las urnas, quien debe hacerse acreedor. Separar la política de la ética es apostar por la tiranía, el pensamiento único, sin valores ni virtudes. Platón la yo apuntaba: “para que los políticos sean éticos han de ser VERACES, TRABAJADORES Y HONRADOS.

8.- La ética en la enseñanza

La educación en ética incluye la educación en valores aunque no la agota. Se debe ahondar en el enriquecimiento espiritual de la vida humana. Se debe estimular la comunicación y el contacto entre la gente. No al individualismo. Esta educación ética y en valores puede ser entendida como una reflexión sobre la moral, o como un espacio para practicarla, entendiendo moral como la práctica de los valores de una comunidad determinada.

La existencia de las normas morales siempre ha afectado a la persona humana, ya que desde pequeños, captamos, por diversos medios, la existencia de dichas normas y, de hecho, siempre somos afectados en forma de consejo, de orden o en otros casos como una obligación o prohibición, pero siempre con el fin de tratar de orientar e incluso determinar la conducta humana.

9.- La ética en los medios de comunicación

Hay muchas faltas en el quehacer periodístico, como omitir información, presentarla con adjetivos calificativos, hacer énfasis sólo en un aspecto, diferencia en los tiempos asignados para dar información sobre los actores, el uso de los planos en TV para ensalzar o denigrar imágenes de actores, no dar los antecedentes suficientes para entender la noticia, utilizar el medio de comunicación como una tribuna para defensa o autopromoción, introducción en las preguntas durante las entrevistas.

Esta dinámica manipuladora sólo se puede comprender en el marco de su lógica empresarial de mercado: vender y generar ganancias de capital. Con esta filosofía consiguen ser los grandes causantes de grandes desviaciones conceptuales, morales y éticas.

La TV que, en su día, supo tener como funciones el informar, formar y entretener, en la actualidad, el entretenimiento ha desplazado a las otras dos. Hoy los medios son el cuarto poder.

10.- La ética en las doctrinas

Todas las doctrinas antiguas hasta hoy, también ayudaron a la creación de la Declaración de los Derechos Humanos. Ya, de antiguo se vinieron perfilando todos los conceptos de ética y moral basados en asegurar derechos fundamentales del ser humano, que le han ido acompañando y evolucionando, pretendiendo ayudarle a convivir.

11.- La ética en la Ciencia

¿Qué lugar debe ocupar la ética en las Ciencias y en las Investigaciones científicas?. Hay una gran disparidad de códigos morales, que, en la actualidad, están confluyendo en un cierto corpus de ideas básicas que son aceptadas por la mayor parte de la humanidad como más o menos universalmente aceptadas. Esta cierta afinidad de criterios ha facilitado expresar las diversas declaraciones de los derechos humanos.

Los intelectuales han adquirido conciencia de los compromisos que asumen con sus empleadores (empresas, estado…) con quienes los toleran o manipulan (partidos políticos, grupos religiosos..) y con quienes los alimentan (el pueblo en general). Han advertido que no son tan libres como creían y, al hacerlo, se someten o se rebelan. En cualquiera de esos casos, sufren presiones morales que les plantean el problema ético fundamental: el de conocer y seguir el proceder correcto.

La Ciencia se dedica a exponer hechos, éticamente es neutral. Los valores no constituyen un mundo aparte del de las cosas, actos, sistemas conceptuales que juzgamos valiosos, lo mismo que los colores no constituyen una esfera de objetos aparte de los objetos coloreados.

12.- La Europa del neoliberalismo mercantil

Europa está ante una encrucijada histórica en la que se decidirá el futuro común. ¿Lograremos dar una respuesta conjunta a la crisis financiera y monetaria, oponiendo reglas a los desencadenados mercados financieros? ¿Conseguiremos, desde la crisis, desplegar una nueva dinámica para una mayor integración europea? ¿O permitiremos, por el contrario, que Europa se deje desmembrar por los mercados financieros, con el peligro de que revivan antiguos nacionalismos y de que Europa se sitúe a sí misma en un limbo político y económico?

Estamos ante un cambio de época. La era del radicalismo del mercado y del neoliberalismo está tocando a su fin. Sus paladines están ante las ruinas de sus propias teorías. Durante casi 30 años han predicado que solo la libertad de los mercados posibilitaría el progreso de la sociedad. Esa fue la doctrina dominante en la política y en la llamada ciencia económica. Todo esto se ha derrumbado con estrépito con la crisis financiera de 2009. Los mercados liberalizados y desregulados no han trabajado de forma eficiente, sino todo lo contrario.

Cuando se habla hoy de Europa, se hace cada vez menos en relación a la paz y la reconciliación, la libertad y la emancipación, y más con conceptos de la economía financiera de mercado: fondo de rescate, mecanismo de estabilidad o endeudamiento. El discurso sobre Europa, que anteriormente era un discurso de ideas políticas, se desarrolla hoy cada vez más en el vocabulario de los gestores empresariales.

Es preciso alejarnos de los magníficos beneficios que el tipo de economía liberal ha traído sólo para unos pocos, para elaborar otra economía alternativa que socialice los beneficios en favor de las necesidades sociales generales.

13.- COMPASION, CONSUMO CONSCIENTE, RECTA ACTUACIÓN

Para finalizar, quiero recoger un pensamiento oriental basado en esa trilogía de valores. Con ello el monje budista, vietnamita, Thich Nhat Hanh, maestro zen e impulsor de la comunidad Plum Village, resume en estos tres principios, el mejor camino hacia la paz, desde la ética. En su libro “Buenos días ciudadanos” aboga por una comunicación armoniosa y una ética compartida que contribuya a que nuestro mundo globalizado sea más pacífico.

Deja un comentario