Gesto en Saibigain
Nuestros brazos, apéndices del tronco, hoy se alzan al viento como ramas despojadas. Manos vacías, derramadas de uno mismo hasta el horizonte sin costuras. Cercana lejanía. Se extingue la noche al alumbrar su aurora. Es preciso quitarse de en medio, extinguirse, como condición de un gran alumbramiento. Indestructible fragilidad temblando en los destellos de lo…