Un Amor invencible

Con párpados de plomo, tan pesados como el resto de mi cuerpo, casi vencido por el sueño, acabó el día re-leyendo textos perdidos de mi admirado Albert Camus. Y entre sus páginas me encuentro estas inspiradoras, maravillosas y alentadoras palabras que me obligo a compartir, ya que creo que todos, especialmente si nos encontramos en un mal momento, necesitamos leerlas. Dicen así:
» … En medio del odio descubrí que había, dentro de mí, un amor invencible. En medio de las lágrimas descubrí que había, dentro de mí, una sonrisa invencible. En medio del caos descubrí que había, dentro de mí, una calma invencible. Me di cuenta a pesar de todo eso… En medio del invierno descubrí que había, dentro de mí, un verano invencible. Y eso me hace feliz. Porque esto dice que no importa lo duro que el mundo empuja contra mí; en mi interior hay algo más fuerte, algo mejor, empujando de vuelta.»
Camus, a los ojos de muchos murió como un ateo. Pero el Soplo del Espíritu, que sopla donde quiere, hizo de él una referencia de honradez inestimable para toda la raza humana. Un auténtico hijo de Dios.
R.R.
Tus manos, oferentes
vacías de tanto dar,
hermano nazareno…
Tú, que sólo eres don,
no naciste Señor ni Don
como piden llamarse
los dueños y señores de la Tierra;
sólo elegiste ser Hijo del Hombre,
tan desnudo e inerme,
tan libre, tan vacío y desprendido
que nada pudo ya la muerte arrebatarte.
Hacerte Hombre, sí,
en eso consistió tu noble poderío:
“Creedme yo he vencido al mundo”
clamó tu soledad.
Esa fragilidad omnipotente,
-lo digo, nazareno, agradecido,-
es la única razón
que a algunos nos mantiene vivos.
R.R.
«Todo perece», oyes decir,
ahora que las lágrimas nublan tus ojos.
¿Por qué dirán que todo muere
cuando todo comienza y se despierta?
«¡Pon los pies en la tierra!», aúllan
los que lo saben todo.
Su tragedia es que ignoran
que nacieron con alas.
R.R.

 

 

Música: Philip Glass – Changing Opinion

 

Un pensamiento en “Un Amor invencible”

  1. Texto precioso que me reconecta con esa esencia de amor, y con la mirada confiada ante lo perecedero, sentido liberador, sentido a la vida y la muerte. La música que lo acompaña es todo vibrar. Muchas gracias Rafa y equipo Iparhaizea.

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