Todo es gracia

 

Hoy, al levantarme de la cama, sentí en mi cuerpo el progresivo peso de la enfermedad: la incapacidad para incorporarme, la dificultad para caminar, para vestirme, para sostenerme; la falta de fuerza en mis brazos y manos a la hora de escribir..
Sin embargo, tú, Manantial de Vida que no distingue buenos de malos, que te derramas sin distinción sobre toda carne, siempre respondes; quizá no del modo que yo hubiera querido, pero siempre respondes.
Y Tú estabas ahí, cuando menos te esperaba. Cuando la desazón lastraba mi esperanza. Pero Tú respondiste, Fuente de la Vida, cuando ayer te clamaba: No pido que me cures, pero sí que me concedas la suficiente fuerza, la Fuerza de tu Espíritu, para poder afrontar lo que la vida me traiga y, sobre todo, poder transparentar humildemente el don de vivir que me regalas – nos regalas sin ninguna suerte de distinción- cada día: tu Presencia. Para eso nací. Para eso hemos nacido. Mi gratitud. Todo es gracia

 

R.R.

Música:  Abrate corazón –  Prashanti Paz

 

 

Un pensamiento en “Todo es gracia”

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