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Sigue practicando

Lo más delicado de observar es el apego al desapego. La incapacidad de aceptar que eres incapaz de aceptar. Esa obsesión por soltar, esa obsesión que no puedes soltar. Dice el maestro Pedro Vidal que el ego es como una rata escurridiza, pero que, si se ve acorralada, muerde hasta al gato más fuerte.

Ningún pensamiento de aceptación o desapego lleva a la aceptación o desapego, sólo la práctica. Da igual lo que leas, los bonitos y evocadores poemas que te inspiren, la presencia y sabiduría de los maestros. Sólo son señales de tráfico, importantes, sí, pero sólo señales. Ningún GPS hará el viaje por tí.

Sólo la atención pura te llevará a la aceptación, el desapego y la comprensión. Y para ejercer esa atención, antes debes ejercitarla, porque lleva muchos años atrofiada. Es como tu sistema muscular, no puedes comprarlo, no tiene sentido buscarlo, ya está ahí, es tu naturaleza, pero dejaste de Seguir leyendo Sigue practicando

La tela de araña

Reflexiones mientras observaba a una araña

La tela, la red, la paciencia esperando en la red. Colgando de los hilos invisibles. Todos tenemos ese contacto con las redes platinas del amor, de la vida, es preciso estar atentos a las señales, atentos a los sentidos, nuestras conexiones con el cosmos y el mundo, esas antenas que nos permiten conectar con la vida que somos.

Atención plena

La araña lleva a cabo sus actividades de manera rápida, sin distracción, pero siempre sintiendo la red. Repara su tela, siente una presa y va a por ella, y vuelve a su centro, rápido. Todo lo hace atenta, escucha, siente, actúa y vuelve a su centro.

Es importante volver al centro, siempre, tras cada acción. Muchas veces, en nuestra sociedad, los humanos vemos algo, nos distraemos, actuamos, pero de repente otra cosa nos llama, y vamos, cada vez más lejos del centro, actuando en base a estímulos, de estímulos previos, y perdemos nuestra raíz, nuestro centro. Finalmente nos vemos fuera de la propia red, de la tela. A veces pasamos por el centro, pero no en base a volver al centro, sino porque estímulo sobre estímulo nos ha llevado allí. Caminamos reaccionando, sin ser conscientes de nuestros pasos, de donde venimos, y así, cada vez nos cuesta más recordar, porque sin saberlo, tejemos una Seguir leyendo La tela de araña

La semilla

A veces, la Vida te hace un regalo. Un breve instante de intuición percute tu conciencia. Una repentina imagen, que es mucho más que una imagen. Una comprensión profunda, más allá de toda lógica y razonamiento. No hay pensamiento alguno en esa percusión. Te sacude como a un tambor y, paradójicamente, es a la vez delicadamente  frágil. Si no has entrenado tu atención, tu sensibilidad hacia lo sutil, es fácil que la primera distracción la destierre, quizás por un largo período de tiempo. Quizás demasiado largo.

Ese regalo es como una semilla. Si llevas tiempo arando la tierra de tu conciencia, regándola, oxigenándola, ese delicado germen reposará en ella, se sentirá en casa. Deberás seguir con Seguir leyendo La semilla