La semilla

A veces, la Vida te hace un regalo. Un breve instante de intuición percute tu conciencia. Una repentina imagen, que es mucho más que una imagen. Una comprensión profunda, más allá de toda lógica y razonamiento. No hay pensamiento alguno en esa percusión. Te sacude como a un tambor y, paradójicamente, es a la vez delicadamente  frágil. Si no has entrenado tu atención, tu sensibilidad hacia lo sutil, es fácil que la primera distracción la destierre, quizás por un largo período de tiempo. Quizás demasiado largo.

Ese regalo es como una semilla. Si llevas tiempo arando la tierra de tu conciencia, regándola, oxigenándola, ese delicado germen reposará en ella, se sentirá en casa. Deberás seguir con Seguir leyendo La semilla

El rostro del amado, por Matxalen Somoza

Rafa me invita a poner palabras a mi experiencia. ¿Experiencia de qué?, le pregunto. Sabía que me ibas a preguntar eso, responde. Tu experiencia del Zen, de la Sangha, del último retiro,… Y aquí estoy meditando qué decir y esclava de mi “Pepito Grillo particular” que exige que sea algo sesudo y profundo.

Contar algo, ¿pero qué?, ¿sin “una experiencia” propia? Rebusco y sólo encuentro un minúsculo anhelo acorralado por ideas que se amontonan en mi mente.  Tengo ideas para casi todo. Por ejemplo, me pregunto a menudo “¿y esto del zen es “real” o una “jamada de tarro” sin más?” y automáticamente me respondo “la duda es útil durante un tiempo. Todos tenemos que pasar por el jardín de Getsemaní. Si Cristo dudó, nosotros también debemos… Pero hay que progresar. El hecho de escoger la duda como filosofía de vida es como elegir la Seguir leyendo El rostro del amado, por Matxalen Somoza

Semillas originarias

Suspiros de sol acariciando mi cara, acariciando mi corazón. Susurros de luz flotando entre las palmeras, sin siquiera rozarlas. El silencio de un aire dulce, cálido, madrugadora sugerencia de la esperanza que nos reúne en este nuevo encuentro. Una parada en el camino para compartir las vivencias, las experiencias, los dolores y las alegrías. La común-unión del pueblo Maya en Maní, Yucatán, acompañados, alentados y escuchados por hermanos y hermanas en este viaje de la vida provenientes de otros pueblos, de otras tierras. “Desalojos, desplazamientos, despojo de territorio y contaminación de semillas nativas en la península de Yucatán”, la agenda está cargada.

Un altar congrega a los participantes; flores, cocos, jícaras, velas, colores y vida en el centro de este encuentro que denuncia la muerte impuesta por aquellos que siembran miedo. Precisamente, un recordatorio del Chilam Balam de Chumayel, se hace presente, fiel testigo sobre una lona del evento; “Ellos enseñaron el miedo y vinieron a Seguir leyendo Semillas originarias

Meditación Bilbao