Conciencia sin fronteras

La práctica del Zen no sólo posibilita la ocasión de ampliar la conciencia más allá de los diques personales, sino también la de detectar los obstáculos que impiden desarrollar el natural despliegue del ser humano hacia la Unidad. Por esa razón, la práctica meditativa no es sólo un asunto individual cual sería la aislada práctica de una “atención plena” ensimismada , sino una cuestión de tomar conciencia –pues de ampliarla se trata- de las artificiales fronteras que, obedientes a la Falsa Conciencia, diariamente instalamos para, empujados por el competir, sacrifiquemos el compartir. El practicante de Za-Zen es un peligro, pues revienta las fronteras programadas por el Pensamiento Único.

Esto se ve bien en el mundo de la comunicación. Un ejemplo: envíe usted para su publicación en la prensa, un artículo crítico sobre la banca, y compruebe seguidamente el aluvión de dificultades «razonables» que le pondrán para su publicación.

Concreto más, un conocido artículo mío crítico con el banquero Emilio Botín espera hace meses – in aeternum más bien- su salida a la luz en la prensa escrita. Sé que ese artículo jamás verá la luz.

Desde la llamada «transición democrática», he colaborado y sin mayor dificultad, escribiendo columnas, reportajes y artículos de fondo, en los periódicos más destacados del Norte de la península. Pero he podido comprobar que «existen temas que Seguir leyendo Conciencia sin fronteras

Árbol, árbol, árbol

Como un árbol que tiende sus ramas me asiento en la tierra.

Árbol lleno de hojarasca, ramas viejas, flor marchita, tronco herido y sabia helada.

Un pájaro se mece en mis ramas, trina su canto susurrándome al oído. Cae la noche el pájaro duerme, y al despertar el pájaro no se ha ido. Permanece allí observando a aquel árbol marchito. El pájaro despega, su labor ha cometido.

Pronto cae la hojarasca de mis ramas. Pronto caen las ramas viejas que ya no sustentan mi tronco herido. Mi tronco se deshiela y con él mi sabia.

En la nada me quedo, arraigada en la tierra. En la nada estoy, solo con Seguir leyendo Árbol, árbol, árbol

Lo que no queremos ver

La Corrala Utopía y la lucha por el derecho a la vivienda

Había tanto cansancio en los ojos de esa mujer, de esa vecina de la Corrala Utopía, ayer tarde, sentada sobre el escalón de una plaza frente al Ayuntamiento de Sevilla… pero había más cosas en su mirada, había rabia, impotencia, resolución, dignidad, había tantas cosas…y dicen que son analfabetas.  Lo que saben estas mujeres, lo que han aprendido en esta lucha, de dos años ya, por el derecho a tener un hogar para ellas y sus hijos, y lo que es más grande aún,  por un derecho a la vivienda para todos, más allá de sus intereses particulares, es algo que nunca podrá contenerse en los libros, porque es pura vida, aprendida en la dificultad, en circunstancias a las que nadie tendría porqué tener que enfrentarse.

En los ojos de esa vecina había muchas cosas, pero algo le faltaba a su mirada, le faltaba el Seguir leyendo Lo que no queremos ver

Meditación Bilbao