Morar en el Atman

La Vida bulle dentro de mí, mientras yo estoy fuera, y por fuera la busco. Pero la tengo tan cerca, tan cerca, que forma parte de mi metabolismo. Y se deja sentir como el milagro del palpitar, como el prodigio de la respiración, ese subir y bajar que en mí fluye sin que yo intervenga. De mi depende que ponga atención a ese cercano portalón hacia la Vida que la misma Vida en mi cuerpo, templo del Espíritu, ha instaurado, facilitando de ese modo que yo tenga acceso a lo No Manifestado.

Ponte –exclama Eckhart Tolle- en contacto con el Seguir leyendo Morar en el Atman

Recuerdo de Plácido

Eran las 8,45.  Begoña (a la que yo llamo la Teresa de Calcuta laica, sin dar más pistas) interrumpió mi desayuno: Plácido –voy a llamarle así- había fallecido. Plácido, llegó de Italia acarreando en su espalda el peso de una vida marginada llena de luces y de sombras. Fino artista que combinaba con delicadeza y creatividad el óleo y la madera. Para mí era un compañero de camino, un ser querido de mi nueva familia, de la raza de los que no tenemos raza. Desde la ambulancia al Hospital fue atendido por brazos femeninos generosos. Hasta llegar a Urgencias. “Porque al enterarse de que era drogadicto –me dicen- se desentendieron de él”: “Mañana le daremos de alta…” exclamaron, que es el modernismo científico-médico que enmascara el desinterés. “A los drogadictos les escupen, sobran, los barren de los boxes”. Pero Plácido murió allí, donde estaba prohibido aparcar.

No tenía raíces, ni era hijo ni hermano ni cuñado de un político. Plácido era Seguir leyendo Recuerdo de Plácido

Vívelo

La muerte es continuar aferrado a «lo que hay», reprimiendo lo que late en el corazón de los instantes de la Vida. Ella invita a salir de la memoria, a saber perder el tiempo para vivir fuera del tiempo. Vívelo, «no pierdas el tiempo».

Meditación Bilbao