…solo el Ser Es…

Hay personas de tal delicadeza, sabiduría y generosidad, que uno no puede resistir el dejarse recibir de ellas, tan bello regalo
Gracias, mi querido Rafael Redondo Barba. Has sido bálsamo de amor para esta noche.
🙏🏽🌷💖   Ainhoa  C.“Observar la experiencia del silencio, es constatar- que no hay nada que alcanzar. Observar que sólo ese ser silencioso merece el sin-nombre del nombre de Dios. Observar que sólo el Ser es. Vivir el Ser, vibrar en el Ser. Tal es la consecuencia de ese desprenderse: muerte devenida en Vida.

Pero, además, no olvides que…..

Cuando sientas que todo se derrumba,
en ese espacio fuera de límite y lugar,
acude a su cita. No hay alternativa.
En tu más temblorosa soledad
escucha a tu corazón,
donde el suyo te habla, bajo el suave silbido del bambú.
Y ante tal presencia muda, permite que su mirada
incendie el alma de tu canción,
que tus ojos se fundan con los suyos,
y prenda para siempre fuego a tu poema.
Cuando todo se derrumba es que Ello está cerca.
Por eso quema.
No tenga(mo)s miedo.”

R.R.

…en cada Ahora hay eternidad…. a Willigis Jager

 

* “En cada ahora hay eternidad”

* La eternidad o el cielo no son algo que vendrá después. Eternidad no es un largo periodo de tiempo, sino la dimensión del aquí y ahora que transciende todos los conceptos y categorías, incluyendo los de espacio y tiempo.

* La consciencia del yo es como la sombra que cree producirse a sí misma.

* El ser humano es únicamente humano de verdad cuando es capaz de existir dentro de la intemporalidad como ese determinado individuo temporal cuando vive ambos aspectos como uno cuando existe al mismo tiempo en la experiencia de ola y de mar.

* Tiempo es movimiento de la consciencia. Cuando ese movimiento cesa no hay tiempo.

* El sentido de la existencia es aquí y ahora. El presente es el ahora eterno de Dios. La plenitud de Dios, la plenitud de la vida no será mañana sino hoy y aquí.

* El Amor es la quinta esencia de la vida, a la que se pasa revista llena de agradecimientos.

* El yo es un conglomerado de actividades psíquicas que quedan unidas como una globalidad gracias a nuestra memoria. Es entonces cuando este conglomerado se crea un ser enfrente (la ilusión de que existe algo separado). Éste es el motivo de nuestra concepción dualista del mundo.

* Lo que al final de nuestra vida tendremos en las manos, no serán nuestros méritos y obras. Primeramente y sobre todo nos haremos la pregunta sobre cuánto hemos amado.

* La vejez nos ofrece la última posibilidad para nuestro proceso de maduración humano. Es la última etapa y por ello una fase decisiva en la vida, una ocasión de crecer una vez más, de madurar y abrazar todo con amor.

* “La paz está en tu interior”

*¿Tienes miedo a la muerte?
“No. Mi cuerpo y, lo que yo creo que soy, desaparecen, pero lo que realmente me hizo, se mantiene y no se separa de mí. Nuestro cosmos tiene casi catorce mil millones de años y llegará un momento en que se quemará la Tierra y se apagará el Sol.
Entonces, ¿qué sucederá?”.

 

«Willigis Jager»

 

 

…no se puede servir a dos señores…

“No, no se trata de un cambio de valores, como suele ahora decirse, sino de un cambio de todo el sentido de la existencia, cuerpo y conciencia orientados hacia una “lógica del amor”. No sólo el Za-Zen, éste, al igual que otros caminos, deviene en meditación al florecer la compasión. Es el momento en que se debilita el personaje, cuando, mezclado con la luz, brota la sombra del temor, la zozobra de existir. Lo sé. Es frecuente que luz y sombra despunten a la vez. El despertar no surge si previamente el meditador se resiste al sacrificio de la auto-trasformación, a abandonar por siempre su narcisismo residual, y ofrecerse, confiado, al riesgo de des-aparecer. Lo sé, y ahora mejor que nunca. Sí, la Fuente de la Vida es exigente en esa dádiva. Por eso los maestros saben de tantas y tantas deserciones. No se puede servir a dos señores.

El advenimiento de la liberación no se refiere a una suerte de armonía arcangélica propia de un querubín o un ángel sin cuerpo, porque la luz que prende en el candil humano lo hace en el claro del bosque de la materia carnal, alterando cada célula y cada tejido. La luz es un destello de tsunami, que, por liberador, también resulta destructivo.

La muerte de la que ayer y ahora estoy hablando es la extinción de lo viejo y conocido, aunque también umbral de la inmortalidad de lo nuevo. De ahí que tal destello sea temido y e inconscientemente evitado por quienes buscan el fulgor de las estrellas de la noche queriendo evitar la noche. Y sé muy bien lo que estoy diciendo…

Escucha el estampido de la Vida en tus tejidos, en tu aliento. TÚ, manifestación de lo invisible. Te lo digo a tí, esperanza y sal de Tierra en estos duros momentos para todos, y muy especialmente para los pobres de la Tierra.”

Rafael Redondo Barba

Meditación Bilbao