…no me hables de «consciencia plena»…

«Por favor, no me hables de `consciencia plena’ o ‘ realidad última’.Quiero ver cómo tratas a tu pareja, tus hijos, tus padres, tu precioso cuerpo.

Por favor, no me sermonees sobre ‘la ilusión del ser separado’ o cómo lograste la felicidad permanente en tan solo 7 días.
Quiero sentir un calor genuino irradiando desde tu corazón.
Quiero escuchar lo bien que tomas la información que no se ajusta a tu filosofía personal.
Quiero ver cómo lidias con gente que no está de acuerdo contigo.

No me digas lo despierto que estás, lo libre que eres del ego.
Quiero conocerte debajo de las palabras.
Quiero saber cómo eres cuando te ocurren problemas.
Si puedes permitir tu dolor y no fingir ser invulnerable.
Si puedes sentir tu ira, y aún así no caer en la violencia.
Si puedes conceder un paso seguro a tu dolor, y aún así no ser su esclavo.

Si puedes sentir tu vergüenza y no vergüenza ajena:
Si puedes arruinar, y admitirlo.
Si puedes decir «lo siento» y realmente en serio.
Si puedes ser totalmente humano en tu gloriosa divinidad.

No me hables de tu espiritualidad, amigo.
Realmente no estoy tan interesado.

Solo quiero conocerte.
Conocer tu precioso corazón.
Conocer al hermoso humano luchando por la luz.

Antes de ‘el espiritual’.
Antes de todas las palabras inteligentes».

– Jeff Foster-

La enseñanza a través de los cuentos zen | Ment i meditació

 

Musica :  Alma Mater – Rodrigo Leao

 

…fraternidad ilimitada…

 

 

Esa fraternidad ilimitada, que en fraternidad diariamente se hace carne de persona, y en primera línea, y con el riesgo de morir, prosigue en ese afán de darnos vida.

 

 

 

 

,Ellas y ellos anuncian la Verdadera Noticia: A PESAR DEL DIOS MERCADO, el Amor ha echado sus raíces en la Tierra. Lo que me hace exclamar que ese trozo

de Fraternidad que nos alienta es el Único Dios Omnipotente (llamo Omnipotente a quien es capaz de hacerse pequeño en los pequeños y mostrar ser todo en los jodidos y rejodidos del la Tierra) siendo ese el el Dios en el que creo y me recreo: La omnipotencia frágil que muestra su poder de asentarse en tí, y habitarte, y hacerse pequeño como yo, y tú y todos; la que hace brotar en el corazón del planeta un nuevo corazón grande, el que puede soportar en sus espaldas todo el pesar humano, el Ser, que se hace más humano en una humanidad que desesperada estaba. Y se hace Presente entre nosotros, dibujada en tus ojos de niña…a esa Fuerza llamo Dios, o Ser, oooo…, Lo sin Nombre, o Lo no Manifestado manifiesto….vete a saber. A ÉL le trae el pairo el nombre.

El amor también cabe en el mundo, puedes comprobarlo…

Rafa Redondo

Magníficat

Musica:   Ave Mundi  – Rodrigo Leao

 

El Gran Silencio

CONSTATO, ahora más que nunca, que jamás podría amar, ni ser, ni vivir en plenitud sin el valor de atravesar el desierto del desamparo. Y seguir dócilmente el camino. Lo sé bien. Y lo sé porque puede saberlo cualquiera que, aun en medio de la desolación, no le queda otra que dejarse aventar por el Soplo del Espíritu de la vida.

Ah, ese renacer,
ese recomenzar,
que, tierna y tercamente,
albergan los finales…

Auscultar el Gran Silencio guarecido entre los ruidos, el temblor del sendero que horadan tus pisadas; ese clamor de fondo como única posesión, mientras, libre de ropaje y equipaje, peregrinas tras los rastros del amor perdido, el claro de luna en plena noche, el agua en el desierto.

Transitar en pos del huidizo eco de la palabra esencial, del aroma de su aliento antes de dejarse pronunciar en tus labios; labios ungidos por el beso impregnado del Único sabor que que te tiene y te sostiene. Y así, caminante desnudo de ti, persigues la aurora entreverada en el plomo de la noche. Hasta que constatas: alguien me pastorea.

 

 

 

 

 

Meditación Bilbao