hice mía tu soledad…

Dije aquí hace muy poco que «hice mía tu soledad, mío también tu grito de abandono, que caló mis huesos…». Y añadí que ví una vez más que la ausencia, al vivirla tan dolorosamente hosca, se convierte en inequívoca señal de tu mayor presencia.
Podré quizá sentirme sólo al no pertenecer a creencia o religión alguna, mas ello no me impide que, mediante la práctica del Silencio lo inaudito vibre en mi interior y me abra a su escucha. Misterio que se abre paso día a día en nuestra más profunda vena: “ Tú, sangre de mi sangre, carne de mi carne, huesos de mis huesos, aliento de mi aliento…”

 

 

R.R.

 

Música:  The tea Party – In this time

 

Fuente de Vida

 

Ahora, que declina la jornada,
cuando asoma en mi rostro
el cansancio de las horas,
te doy mi gratitud, Fuente de Vida,
por todo el recorrido de esos rostros;
por todos esos ojos, para mí tan inmensos y tan nuevos,
por donde yo también miré desde la aurora;
por esas palabras hondas, que sólo desde ti,
y a tu dictado,
yo dije,
me dije
y me dijeron.
¡Cuánta eternidad, en ellas y ellos…!
¿Cómo no haber sentido el Todo en todas, todos?
Te doy mi gratitud, Fuente de Vida.
Ahora que declina el día…
ahora, cuando callan ellos
R.R.
Música: Eva Cassady – Autum Leaves

 

 

 

Fragilidad

Fragilidad,
¿por qué se me hace arduo
ver tu potencia?

R.R.

 

Allá en tu desnudez, Tú te revelas.
Conocí que tu darte es tu manifestarte,
y a mí me basta y sobra con dejar que seas
R.R.
Soltarme, desprenderme
de todo lazo que ata,
al que, algo aturdido,
llamé engañosamente amor.
Soltar presa de mí
Para poderte amar
Vacío, Entero, Libre.
R.R.
Cuando acepté perderlo todo,
el luto se tornó en danza…
R.R.

Meditación Bilbao