Siempre el Amor ama a lo igual

Siempre el Amor ama a lo igual. Por eso el Ser te ama como igual a sí mismo. Cuida de no caer en la idolatría de endiosarte ni endiosar (no te dejes llamar maestro, ni Padre, ni Rabí) , cuida de ser Dios siendo tan sólo humano hermano. Un natural cuidado cuyo único maestro puede ser el sencillo respirar de una niño, o la fragilidad despierta de un tembloroso gorrión…. Además, ellos no cobran.

R.R.

Comenzar el día mirándonos los ojos, fijamente, quedamente, deteniendo en ellos la mirada…
Y comprobar la revelación que esa mirada anuncia.
Oír la luz.
EGUN ON. MAITIA
R.R.
Lo sé porque lo vivo: aunque el corazón nos tiemble ya veces la zozobra nos sacuda los cimientos, hospedados en la tierna fortaleza de ese abrazo que nos llega, podremos aguardar muy confiados las tormentas de arena que agitan el desierto de las noches.
R.R.

Música:  Philip Glass – Maki Namekawa

 

 

Tú, Presencia sin forma

 

Todo lo claro brilla
pero siempre hay una
deidad emboscada en las cumbres
-y a veces en las simas- del alma
que deviene aún más clara
cuando en la aldaba de tu cuerpo clama
buscando en él su hogar,
casi sin ser notada.
—————————————-
(MI CUERPO ESTÁ CANSADO
HA DADO EL DO DE PECHO,
REGRESO AL LECHO).
CIERRO EL APARATO.
GABON
Tú, Presencia sin forma,
dejándote sentir en nuestra forma.
R.R.
Me abro a la acogida de aquello que brota cuando me depongo. Me abro a la nada de esta misma hoja vacía donde escribo, que me insta a la apertura, al destello de un don, de ese Tú sólo le permito brillar cuando me aparto .
Abrirme al Misterio,
callar, dejarle decir.
Dejar a Dios ser Dios…
Vaciarme, para dejar paso a la escucha,
del dictado que en todo se transciende.
No hay puerto ni parada, ni posada fija.
Todo encuentro es el brocal de otro pozo,
el umbral de otro camino,
el escalón hacia otro escalón del infinito.
R.R.

 

 

 

Música: Ennio Morricone – La Mision

 

 

Llueve en Bilbao

Desde ese manantial de abrazos se prolongan los abrazos de los mejores seres humanos que conozco. Gracias a uno -una- de ellos sentí en mi cuerpo la dádiva del suyo, Espíritu que mora y se derrama en toda carne.
«…Pues tan amigo de rendidos eres… me despertaste del profundo sueño…»
R.R.
Llueve en Bilbao. Abro las ventanas a escuchar el repique de las gotas que caen sobre el tambor del vierteaguas…
Suena y huele a otoño. Por dentro a primavera.
Cuando el ruido se repliega y la quietud nos respira, susurran ecos no derivados de palabras, que anuncian lo que el aliento en su vaivén revela cada instante.
Dicen que hemos perdido la esperanza, pero el Misterio
se asoma en tus latidos, para anunciarte que aún queda, te queda, nos queda, la posibilidad de asombrarnos como niños. Nos abrimos a la escucha del tambor del alféizar.
Creemos vivir
sin haber aún nacido.
R.R.

 

Música: Orinoco Flow – Enya

 

Meditación Bilbao