Jesus de Nazareth, hijo del hombre

JESÚS DE NAZARETH En un mundo religioso hecho para los puros, los piadosos observante de la Ley, Jesús pulverizó el asfixiante gueto del pueblo elegido, el de los oficialmente buenos y legales, abriendo el cielo a la tierra de los abandonados, impíos e ilegales; porque empeñó su vida en revelar su verdadera identidad a quienes la había perdido. La Fuerza del amor, si es verdadero amor, no reside en la amistad con los conocidos sino en la solidaridad unificante que incluye a lo extraño y extranjero. Conviene recordarlo ahora, que la solidaridad es un delito. La experiencia de Getsemaní como la del Gólgota dejaron sellado en sangre que todo ser humano es más importante que la Ley. Jesús de Nazareth no era, desde luego, un constitucionalista. Quienes hoy, ajenos a cruces episcopales, siguen la suerte del crucificado, se apartan de la falsa conciencia de las “convicciones indiscutibles” de este mundo alienado y provocan la expansión de la conciencia compasiva con aquellos nuevos Cristos que, bajo la Ley del Silencio ven despreciada su humanidad ahogados en el Mediterráneo, o son devueltos “en caliente” por ministros del Opus Dei. Por sus Obras los conoceréis… A Cristo lo mataron y hoy siguen matándolo los fariseos modernos. La identificación con el crucificado, puede des-cubrir a tantos dioses y diosas cotidianos sin más poderío y dominio, que la compasión hacia sus semejantes y desemejantes, como el bombero vasco que se negó a colaborar con el transporte de armas, con las mujeres, que gritan igualdad y son asesinadas; con Helena Maleno, con Aminatu Aidar, con Marielle Franco, y tantas castigadas por la Ley del desorden establecido. Jesús de Nazareth murió como vivió: rodeado de proscritos. Sin hacer otra cosa que no fuera compadecerlos. Ya exhausto, el Espíritu le dio fuerzas para amar hasta el final: el ladrón, llamado Dimas, que junto a Jesús agonizaba, le pidió “que se acordara de él cuando marchara hacia su reino” (sic). En estado terminal, con el rostro ensangrentado, le faltó tiempo para esforzarse en abrir la boca y responder a su compañero de tortura “hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso”. Hoy, hoy mismo, saltando la creencia de atravesar bardos tibetanos y otras condiciones, sin necesidad de que su cadáver reposara los días prescritos para que su espíritu volara en paz. No fue así: el cuerpo de Jesús, junto a los cuerpos de los dos ladrones, fueron movidos rápidamente, estorbaban, como hoy estorban los que mueren en nuestros burocratizados hospitales. Pero Jesús no le preguntó a Dimas por su curriculum, o si era “trigo limpio”, que tanto preocupa al Cardenal Cañizares: le traía al pairo si había sido “trigo limpio”, o si era observante de la ley, o si tenía buen o mal karma, para salvarse de la reencarnación y esas cosas; no: “hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”. Respondió, hoy. Hoy, Viernes Santo, la ministra de Defensa Dolores de Cospedal, tan presente en las procesiones, ordenará que la bandera española ondee a media asta. Pero se sigue matando a Cristo en los pobres e inocentes con el negocio de las armas, que este año la ministra incrementará un treinta por ciento y para el siguiente en diez mil millones de euros….. A Jesús de Nazareth, como hace dos mil años, lo siguen matando los mismos, legalmente, muy legalmente. Sin embargo, el camino que este Maestro vivió y transitó, está claramente trazado para nosotros: poner los ojos donde él los puso: en los que estaban fuera de la ley, en los apestados, en los extranjeros, en los que los prejuicios sociales se nos prohíbe mirar: los emigrantes, los desahuciados, las prostitutas, los refugiados que no hallan refugio, los ciegos que están al borde del camino, los mendigos de las aceras. Desde los ojos de esos cristos proscritos diariamente nos mira e interpela Eso que si saber qué es llamamos Dios. RAFAEL REDONDO

4 pensamientos en “Jesus de Nazareth, hijo del hombre”

  1. En la presencia o en la ausencia de la confianza en lo divino, dignificar lo humano es una ardua tarea. Bienaventurados los que se atreven con ella. Felices pascuas a todos.

  2. Muchas gracias ,Rafa ,por compartir tu sentir
    Tus palabras ensanchan el alma ,limpian la mente y encienden una luz en el camino
    Siento un profundo agradecimiento

  3. Sin embargo, si Dios habita en cada uno de nosotros, también debe de habitar en María Dolores de Cospedal, y en los altos mandatarios q que en nombre de la Ley promueven el hambre y las guerras, los que hoy bombardean Siria, matando miles de personas inocentes, los violadores, los asesinos…. Si Dios habita en todos los seres sin excepciones, siempre tendremos muchas preguntas sin respuestas… La maldad, la ambición, el ansia de poder, también forman parte de Dios? Preguntas sin respuesta…

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