Intima entraña de nosotros

Veo sin cesar en mis momentos duros, y cada día más claro, que tu ausencia, es el cebo, el imán, de esa Presencia alegre, Espíritu que al cuerpo humano anima, que extingue el tiempo, que liquida el espacio y borra sus nostalgias.

R.R.

Me acerco a ti siendo consciente de la limitación de la palabra. De ti no puede hablarse; es más, tú no puedes ser hablado, ni tratado de tú, que habitas en la más íntima entraña de nosotros. La realidad que en ti habita eres tú mismo, mas tampoco es así, que lo Real es innombrable.
Tan sólo te comprendo lejos del pensamiento, lejos del tiempo. Y lejos del espacio: Habitas –eres- detrás de todo nombre en un sin-lugar que desconoce los cuatro puntos cardinales.
Soy libre de verte y para verte cuando abandono estos ojos. Atrapado en el deseo, esclavizado por el sentimiento, repatriado en la razón, tan sólo ligeramente atisbo tus manifestaciones. Tú, origen de todas las formas particulares; tú, totalidad que nos habita; oscura y luminosa presencia; manantial del que emanan los modos y los gestos.
Fuente de toda fuente, luz de toda luz, oscuridad de toda oscuridad…..
Sería, por todo ello, preciso des-bautizarte, des-nombrarte, para poder iniciar el acceso al Misterio que envuelve la realidad de tu presencia.

 

R.R.

 

Música:  Nigtnoise – Bridges

 

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