El Camino exige un cambio transformador desde el fondo, una metanoia que implica un “muere y renace”, condición indispensable para “realizar el verdadero Sí, que la Unidad requiere y hace posible. Ello exige del principiante ( PRINCIPIANTE SOMOS TODAS) que debe estar dispuesto a abandonar o a dejar que se destruya todo lo realizado; tiene que asumir un trabajo de saneamiento contínuo sin el cual sería como construir sobre arena toda forma de vida conforme al Ser Esencial
R.R.
No desmaterializas, oh Espíritu: Tú vivificas.
Transformas mi coraza de piedra
en corazón de carne.
Y aun en el corazón de la dureza
haces la vida bella.
R.R.
Múisca: Lunasa Hammersmith 2005