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El fin de la espiritualidad
Mi alfombra de yoga ha desaparecido en el suelo bajo mis pies. Mi ashram se ha convertido en el mostrador de café, un mal chiste intercambiado con el camarero, una sonrisa amistosa arrastrándose sobre una cara congelada, y todo el mundo nos desea. Mi templo es el centro comercial, la sala de espera del dentista,…