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…de nadie eres Tú privilegio…

 

De nadie, lo sé bien,
eres Tú privilegio,
porque la luz, aún indecisa,
de este atardecer de abril
se inclina a reposar sobre este rostro
de tiempo retardado,
rozándole los ojos
donando en sus tejidos la Inocencia.
Cuántas y cuántas veces, te escribo y te lo digo,
que Tú nunca ardes tarde…
Aún con dificultad, el ser humano ama,
porque un extraño imán
le arrastra hacia otra orilla.
Le ama el amor, la brasa viva
de una extraña y recia Dicha
que sobre toda carne se refleja;
más aún ahora, en este eterno
y limpio instante; ahora, sí, al caer la tarde,
que la Vida me dicta y me derrama este poema.
 Música:  Anne Clark – Poem without words

 

 

 

Meditar es atreverse a caminar solo…

Meditar es atreverse a caminar solo, a depositar la confianza en el Maestro interior, patrimonio de todo ser nacido, y de la toda la Humanidad derecho de nacimiento. Meditar es atreverse a dar el salto hacia el infinito océano, libre de toda tutela que impida el libre discernimiento, a comprometerse con la lúcida clarividencia, nuestro Fondo. Y así, despojado de dogmas, escuelas y gurús, revestido tan solo de la propia desnudez, afianzarse en la certeza de quien se siente amado por la Vida. Decir SÍ al Ser, abierto a la escucha de ese Fondo. Y decir NO a quien, apoyado en doctrinas o creencias, se arrogue potestad alguna sobre el espíritu.

Meditar es emprender el camino de la madurez, un acto revolucionario incomprensible para quien renuncia a su autonomía y bendice a quienes se atribuyen jurisdicción sobre los humanos. Nadie, por muy iluminado que sea, tiene autoridad para limitar el poder sobre tu libre acción de amar y ser amado, de despertar y ser despertado. El guía si lo es, es humilde, como lo fueron Sócrates y el Maestro Eckhart, porque guía o maestro es quien, libre de sus propios reconocimientos, de su yo externo, te conduce amorosamente al Maestro interior. Y después se quita de en medio.

No creáis en nada simplemente porque lo diga la tradición, ni siquiera aunque muchas generaciones de personas nacidas en muchos lugares hayan creído en ello durante muchos siglos. No creáis en nada por el simple hecho de que muchos lo crean o finjan que lo creen. No creáis en nada sólo porque así lo hayan creído los sabios en otras épocas. No creáis en lo que vuestra propia imaginación os propone cayendo en la trampa de pensar que Dios os inspira. No creáis en lo que dicen las sagradas escrituras sólo porque ellas lo digan. No creáis a los sacerdotes ni a ningún otro ser humano. Creed únicamente en lo que vosotros mismos habéis experimentado, verificado y aceptado después de someterlo al dictamen de la razón y a la voz de la conciencia.

Palabras atribuidas a Buda

La vida nos exige credenciales
y aunque no sepamos de qué,
adivinamos que se trata sencillamente de estar vivos.
Nos pide pruebas de desnudarnos a veces,
como el árbol bajo la lluvia,
con la piel como único secreto
y la palabra como única posesión.
Nos reclama el testimonio
de no mirar demasiado hacia atrás
y de saber agacharnos hasta recoger en el cuenco de la mano
nuestra propia sombra.
Nos solicita garantías
de estar también adentro de otras vidas.
Y ya aprobados todos los exámenes,
la vida termina inevitablemente por pedirnos
algo más que la prueba de estar vivos:
nos reclama nuestra capacidad de abandonarla,
como el hijo a la madre
o como el discípulo al maestro.

Roberto Juarroz

La experiencia del Ser es una vocación inherente al ser humano, sólo por ser humano; y si son contados los que permiten su extinción después de haber saboreado su luminaria, ello es debido a esa honda necesidad de ser, de serse.

Por lo demás, los eventos acaecidos en el escenario interior, se avienen mal a ser definidos por humanas argumentaciones, ya que la conmoción anímica que provocan tales lides, conlleva una siempre gozosa dicha, aunque a veces en forma de agitada superación de los cauces emocionales reconocidos por las muecas de la costumbre.

Al artista interior que en nuestro fondo alienta le ha sido concedido el permitir hacer brotar el fulgor del abismo luminoso que le habita.

Que esta página y sus contenidos te ayuden, amigo lector, a ser artista de tu propia vida.

 

Música:  Adiemus – Adiemus (Songs of Sanctuary)

 

 

 

 

…mientras dependa de la mente…

MIENTRAS DEPENDA DE LA MENTE, LA MENTE SIEMPRE LO HARÁ INFELIZ
«Yo soy el original, yo soy el terrateniente, no el inquilino.
Usted puede adoptar cualquier concepto que le haga feliz,
pero recuerde que todavía se trata sólo de un concepto.
Suponga que usted está sentado en silencio, de repente aparece un pensamiento, y es muy, muy infeliz. Entonces viene algún otro pensamiento y el pensamiento original y la infelicidad, ambos desaparecen.
Mientras uno dependa de la mente, la mente siempre nos hará infelices.
¿Qué es realmente el sufrimiento? El sufrimiento es sólo algo que ha sido engendrado por un pensamiento o una palabra —la mente.
Si eso no surge, ¿dónde se plantea la cuestión de la infelicidad? «
Sri Nisargadatta Maharaj – La experiencia de la nada
Puede ser una imagen de una o varias personas

 

Música:  Jesus Auñon – Dulcimer del disco 13 cuerdas