Tú, Presencia sin forma

 

Todo lo claro brilla
pero siempre hay una
deidad emboscada en las cumbres
-y a veces en las simas- del alma
que deviene aún más clara
cuando en la aldaba de tu cuerpo clama
buscando en él su hogar,
casi sin ser notada.
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(MI CUERPO ESTÁ CANSADO
HA DADO EL DO DE PECHO,
REGRESO AL LECHO).
CIERRO EL APARATO.
GABON
Tú, Presencia sin forma,
dejándote sentir en nuestra forma.
R.R.
Me abro a la acogida de aquello que brota cuando me depongo. Me abro a la nada de esta misma hoja vacía donde escribo, que me insta a la apertura, al destello de un don, de ese Tú sólo le permito brillar cuando me aparto .
Abrirme al Misterio,
callar, dejarle decir.
Dejar a Dios ser Dios…
Vaciarme, para dejar paso a la escucha,
del dictado que en todo se transciende.
No hay puerto ni parada, ni posada fija.
Todo encuentro es el brocal de otro pozo,
el umbral de otro camino,
el escalón hacia otro escalón del infinito.
R.R.

 

 

 

Música: Ennio Morricone – La Mision

 

 

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